Quito: una ciudad sitiada

No es solo por la elección de alcalde en la que, inexplicablemente, el tribunal provincial electoral aprobó, pese a los antecedentes, la candidatura del destituido —y con grillete— Jorge Yunda, quien intenta volver al cargo, para hacer lo que mejor sabe: nada.

Se añaden las ineficiencias del aparato burocrático, que no permite que las personas que ingresan a la página web o van a la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) obtengan turnos para la revisión vehicular, licencias o matriculación (con unos stickers que se demoran horas —días— en entregar), además de multas y maltrato a los usuarios.

Una Alcaldía inoperante que, en cambio, otorga permisos de construcción en zonas en donde sospechosamente hay proyectos de arquitectos renombrados, pese a informes de Contraloría que cuestionan dichas obras. Proyectos inmobiliarios en Cumbayá (con parques “ecológicos” en quebradas rellenas) o edificios con más altura de la autorizada en La Carolina. Problemas de incierta solución.

Sospechosas invasiones de tierras en Santa Catalina, jurisdicción de Uyumbicho. El líder indígena Gilberto Talahua (amigo de Leonidas Iza), busca que se reconozcan los derechos de la Unión de Organizaciones Indígenas de Cotopaxi residentes en Quito sobre 209 hectáreas que ellos llaman territorios “ancestrales”. ¿Qué hay en esa zona? Un bosque protector, centrales eléctricas y reservas de agua. Si se les entrega esos territorios, en un paro cortarían la provisión de agua y luz al sur de la ciudad.

En el norte, en el Parque Metropolitano, la comuna Tanda-Pelileo liderada por el asambleísta José Cabascango (camarada de Iza), reclama 127 hectáreas del parque, por ser tierras de sus antepasados. Si este municipio, acostumbrado a palanqueos y autorizaciones de dudosa legalidad, concede los territorios, la ciudad perdería otro pulmón. También hay reservorios de agua. En un paro indígena también se cortaría ese suministro y, como ya controlan Gualo y el Común, esta zona también quedaría sitiada.

Sin agua, luz y otros servicios, además de la agresividad de indígenas —como Iza— listos a romper diálogos con el gobierno, porque no complace sus caprichos, Quito estará bloqueada, secuestrada y chantajeada, sin olvidar que en el centro norte maniobra una asamblea bastante incompetente, lista para sostener a los golpistas, con el apoyo de Yunda (candidato de Pachakutik) —si vuelve— y del prófugo de Bélgica, que regresaría si logra impunidad…