¿Por qué con China?

María Paz Jervis

El mundo está cada vez más interconectado y el comercio no es la excepción. Sobre todo, la digitalización de nuestra vida nos lleva a consumir productos de otros mercados, más allá de nuestras fronteras. Con frecuencia tendemos a pensar que celebrar acuerdos comerciales con los grandes países y grandes mercados del mundo puede suponer una desventaja para nuestro pequeño país y nuestro pequeño mercado. Pero no necesariamente es así. Si se negocia de manera inteligente, óptima y técnica, sobreponiendo los intereses del Ecuador, los acuerdos comerciales pueden crear condiciones de intercambio positivo para nuestro país.

La firma de un acuerdo de comercio con China permitirá estrechar las relaciones comerciales con un país cuyo mercado es el más grande del mundo (para 2022, aproximadamente 1.400 millones de personas) y cuyo crecimiento ha sido el más elevado a nivel mundial en las dos últimas décadas, con tasas del 9% en promedio  anual aproximadamente; esto representa una oportunidad para el Ecuador, sobre todo considerando que China es una economía con una gran demanda de alimentos.

El acuerdo permitiría estrechar las relaciones comerciales con el principal proveedor mundial de insumos industriales, posibilitando el incremento de la eficiencia en la industria local, abriendo oportunidades para la integración en cadenas productivas con el Asia y además que productos ecuatorianos ingresen a esa región.

Esta negociación es de vital trascendencia para el sector productivo industrial, siempre y cuando se reconozcan las asimetrías entre los dos países y se consideren las sensibilidades sectoriales de cara a este proceso de apertura comercial.

Un acuerdo comercial con China será positivo si garantiza de manera efectiva el acceso de las exportaciones de los principales productos ecuatorianos como camarón, langostino congelado, rosas y flores, cacao en grano, harina de pescado, pescado congelado, entre otros, por el efecto de una reducción arancelaria. También, existen productos con potencial de exportación que todavía no han logrado ingresar al mercado chino por la demora en la gestión de certificaciones y permisos sanitarios y fitosanitarios; este acuerdo deberá considerar, también, esta premisa para garantizar el acceso de otros productos no tradicionales.

Pero la negociación con China puede ser muy compleja si no se toma en cuenta la defensa de sectores sensibles, que actualmente generan mucho empleo y que requerirán tiempo y apoyo para ajustarse a las nuevas condiciones de mercado. Una agenda de políticas de apoyo a la productividad y competitividad.

Es hora de abrirnos al mundo, en procesos ordenados, estratégicos y progresivos. Lo ideal sería que Ecuador abra otros mercados de importantes socios comerciales como: EE.UU., Canadá y Centroamérica.

Por eso el sector privado productivo ecuatoriano ha venido apoyando este proceso a través de la figura de Cuarto Adjunto y las coordinaciones espejo, brindando asesoría técnica durante los procesos de negociación de estos acuerdos comerciales.

En el mundo contemporáneo, Ecuador debe insertarse en el mercado mundial.