Poder y Privilegio

Paco Moncayo Gallegos

Reviso un preciado libro de mis lecturas juveniles: ‘Poder y Privilegio’, ‘Teoría de la estratificación social’ de Gerhard E. Lenski. El autor busca responder la pregunta: ¿Quién obtiene qué y por qué? en los distintos sistemas políticos. Los temas principales de su profunda y esclarecedora investigación son el poder, el privilegio y el prestigio.  En un mundo de demandas crecientes y bienes escasos “se librará una lucha por recompensas en toda sociedad humana… las clases, partidos facciones y grupos de interés contienden sin cesar para lograr ventajas”. Son los fines “hacia los cuales se dirigen los esfuerzos más o menos coordinados del conjunto, independientemente del daño que puedan ocasionar a muchos miembros individuales y aún a la mayoría”. También reconoce que “la ciudadanía es un recurso muy semejante a otros tipos de posesión y propiedad, puesto que ella también garantiza ciertos derechos de los individuos y, por lo tanto, es una forma de poder”.

Sobre la base de las consideraciones anteriores, se puede analizar más objetivamente los intereses que se encuentran en competencia en el actual proceso electoral, en un ambiente de grave descomposición política e incertidumbre social ocasionada por el terrorismo delincuencial que puede obnubilar la mente del elector, al momento de seleccionar una de las opciones presentadas.  Es cierto que grupos económicos poderosos han apoyado financieramente a candidatos alineados con sus intereses legítimos o no y también que organizaciones criminales han sido actores políticos en muchos países y diferentes épocas financiando campañas electorales a cambio de impunidad; esto ha sucedido también en nuestro país desde cuando dineros de la narcopolítica colombiana financiaron una victoriosa campaña presidencial. El gran patriota Francisco Huerta Montalvo advirtió entonces que el Ecuador se estaba convirtiendo en un narco Estado. Los hechos posteriores lo han confirmado.

Cuando se publique esta nota se conocerán ya los resultados de las elecciones. Es de esperar que el poder ciudadano se haya ejercido bien, eligiendo a los mejores candidatos para que, en el corto lapso de ejercicio de su poder, puedan sentar las bases de un Ecuador justo, seguro y desarrollado.