Pin-8 preguntas

Kléber Mantilla Cisneros

La mentira política influye en el comportamiento y convivencia entre ciudadanos. El recorrido cronológico de acusaciones de Guillermo Lasso contra sus detractores, sin pruebas ni resultados investigados o judicializados, pueden marcar un futuro cercano. Resulta insólito e inverosímil la interpretación de otra realidad y hechos acomodados sobre el desempleo, inseguridad y pobreza. Hasta parece el clímax del cuento infantil del italiano Carlo Collodi cuando una marioneta de madera alarga su nariz al mentir.

Por supuesto que hay una intención conspirativa dispersa y preelectoral, pero Lasso juega con fuego al obviar evidencias: videos, grabaciones y documentos a favor y en contra. Los escándalos del saqueo correísta-morenista quedan desmemoriados por un continuismo latente y esa metamorfosis de sus mentiras. Nada aún que implique al supuesto triunvirato opositor (Nebot-Correa-Iza). Ni una palabra más sobre aquellos chantajes de asambleístas y de otros rivales. Ni una factura aún que compruebe los supuestos pagos por la paralización del movimiento indígena del año pasado.

Un disparo al pie le resultó contar la caída de Seguros Sucre y el desfalco al Isspol (seguridad de la Policía) sin pruebas. Hasta se le protege al rector de una universidad deudora laborando en diario estatal El Telégrafo. Nada que convierta en malhechores a Diego Sánchez Silva, Santiago Cuesta y José Serrano, según increpó Lasso. Y, si un satélite y un iPad conectados son suficientes para detectar al narcotráfico, como dijo, al contribuyente de impuestos, nos interesa reclamarle por la compra innecesaria del radar dañado en Montecristi bajo custodia militar. Preguntarle por el asesinato rutinario a pescadores manabas, las canoas en llamas, la cantidad abismal de buques contaminados con droga y la permanencia interminable de la fantasmal ‘ruta del Pacífico’.

Es que solo al mentir en cantidades descomunales y demenciales, las mafias logran sin candor controlar y reciclarse. Las empresas eléctricas, Petroecuador y las universidades desde hace casi 16 años lo hacen. De ahí que el tráfico de influencias, la impunidad amañada y la mala educación sean temas ausentes en las (pin)ocho preguntas de Lasso.