Pedir la renuncia a San Pedro

El 31 de enero del 2022 quedará marcado en las mentes de los ecuatorianos y ecuatorianas. Difícilmente podrán olvidar las dramáticas imágenes del aluvión que arrasó con el sector de La Comuna en Quito.

28 muertos, centenares de heridos, un desaparecido e ingentes daños materiales.

Dicen que fue culpa de la naturaleza y de la lluvia, mas no de los políticos y de las autoridades, quienes hoy se han vuelto meros comunicadores y penosos espectadores. Después de la tragedia se la pasaron informándonos de lo que ha pasado, mas no se dedicaron a tomar decisiones contundentes ni, al menos, a disculparse por no estar a la altura de los cargos que ostentan.

¿Cómo puede ser que no haya alertas tempranas en un barrio ya golpeado por eventos similares? O, lo que es peor, ¿cómo puede ser que se declare el estado de emergencia cuatro días después o que no se puedan recibir más donaciones de la ciudadanía porque los centros de recolección han colapsado? ¿Si no pueden administrar unos pocos centros de recaudación de ayuda, cómo pueden administrar una ciudad como la de Quito?

Es una vergüenza lo que pasa con nuestras autoridades en la capital y más vergonzoso que nadie abra aún un expediente para ver si hay responsabilidades dolosas o culposas sobre los eventos de La Gasca.

Lo que debemos aprender de todo esto es que las autoridades tanto locales como nacionales, en caso de emergencia, son totalmente incapaces de reaccionar y prefieren cuidar su imagen que el bienestar y la seguridad de la víctimas.

La culpa, lejos de ser de la naturaleza, es de los funcionarios , quienes hace rato que se desinteresaron de la gente. Las autoridades no supieron prevenir ni supieron manejar con celeridad la emergencia; peor aún, ni siquiera tienen un plan de post emergencia. Aún hay gente que lo ha perdido todo, además de los familiares y para los cuales no se ven planes de apoyo.

Hace falta, urgentemente, que llegue plata a los damnificados, que se les otorgue créditos para que puedan volver a empezar o emprender. Esto necesitan.

Adopten acciones pragmáticas y útiles para la ciudadanía o, por último, pídanle la renuncia a San Pedro, quien, según ustedes, ha sido el causante de todos los males de Quito.