Sara Serrano Albuja
“¿Es posible que te dejo?/ ¿Posible es que no te miro?/ ¿Que no veo tu hermosura? /¿Que tu amenidad no piso?”; estos versos de nostalgia no son dedicados a la pareja, son versos de un sentido poema de amor a Quito escritos por el sacerdote Mariano Andrade tras la expulsión que sufrieron los jesuitas decretada por Carlos III en 1767. ¿Cuánta poesía habrá referida al entrañable amor que el poeta siente por su terruño? Conmueve el amor patrio de esta poesía y el de la entrega de compatriotas uniformados dispuestos a dar hasta su vida para defender la seguridad de los ciudadanos. Hoy, Ecuador llora la pérdida de valiosas vidas de civiles y uniformados a causa del crimen organizado.Queremos una Patria de paz y seguridad, sin pobreza ni corrupción. Queremos una Patria como la que soñó Espejo: con libertad, felicidad y gloria. La Patria somos cada uno de nosotros. A los antipatrias, sean de izquierda, derecha o de cualquier color o etnia, solo les importa el poder para atracar los fondos públicos. No les preocupa el sufrimiento o el empobrecimiento de la clase media ni de los ya empobrecidos; el CNE es su Caronte. Los patriotas, por el contrario, se guían por la luz y cuidan a esta gema equinoccial llamada Ecuador.
Hace poco, tuve la oportunidad de leer, como parte del jurado, a varios jóvenes patriotas de diáfanos sentires y plumas talentosas. En estos aciagos momentos, contribuir con un verso, un libro, ayudar al prójimo, resistir a la oscuridad, es ser patriota. Estos jóvenes mostraron sus creaciones en el XVI Encuentro de Literatura ‘Los jóvenes y el arte’, impulsado por la Unidad Educativa La Asunción de la hermosa ciudad de Cuenca que homenajeó al reconocido y querido escritor esmeraldeño Edgar Allan García. En el acto de premiación, Edgar Allan dijo; “…me he descubierto a mí mismo creando y he descubierto a ustedes, creando; he descubierto a mi país, creando; he descubierto al mundo y al cosmos, creando y esa es la invitación que yo quiero hacerles”. La Patria nos invita a luchar por la seguridad y la paz a la luz de la educación y la cultura.