“Nos queremos vivas”

La “isla de paz” desapareció para los ecuatorianos. Aparte de la inestabilidad política de fines del siglo anterior y los primeros años del presente, con excepciones ya criticadas por reacciones desmesuradas, sin ser un país nada perfecto, con delitos menores, había cierta tranquilidad.

Explotó la violencia y más en este tiempo. Las palabras y acciones se multiplicaron y es común escuchar: sicarios, cárteles, pandillas, mafias, feminicidios, narcoterrorismo, sinónimas de agresividad. El miedo ya es parte de nuestro convivir. Miramos y sentimos los daños físicos, psicológicos y sociales que nos afectan a todos, más a niños y adolescentes.

Ya tenemos a la violencia como cultura y sentimos cómo se multiplica. La inseguridad ya no es una percepción; sin embargo, no hay respuestas claras de los gobernantes, ni para cortar esos hechos, peor para prevenirlos. De lo escuchado, las estrategias son sólo coyunturales y de corto plazo; más presupuesto, armas, policías, “inteligencia”, mientras de prevención para proteger a todos y especialmente a niños y jóvenes, ausencia absoluta.

Estudios externos dicen que los violentos están incorporando a una población entre los 15 y 25 años y que se está incrementando entre los 12 y 15 años; si es una ayuda el ubicarlos, ahora faltan acciones.

Insinuación, si no hay creatividad en el Ministerio de Educación, al menos copiemos de programas sistematizados de relativo éxito en Colombia y Brasil, no dejemos desguarnecidos, al menos a la población joven. Y una crítica reflexiva: si vemos que la educación no está cambiando a la sociedad, es urgente cambiar a la educación o a quienes la dirigen.

En el mundo ya no estamos aislados; todo, por influencia, llega. Ayudemos a trazar un camino, a disipar el clamor de una niña: “vivir con miedo no es vivir…pese al consejo de nuestros padres y en todo lado nos violentan…incluso dentro de las escuelas y aún dentro de nuestros propios hogares…. no hay un lugar seguro, quiero ser feliz…no quiero no ser otra desaparecida. Presidente: nos queremos vivas.”