El ¿nuevo? Ecuador

Milica Pandzic

Daniel Noboa es el presidente más joven desde el retorno a la democracia. Con la promesa de construir un “nuevo Ecuador”, sus discursos de campaña se valieron de la juventud, diciendo que los jóvenes “tenían la audacia para responder a los cambios que requiere el país, y que tenían la fuerza para vencer los retos”.

Tomando en consideración que además existe una relevante diferencia con el presidente y el gabinete anterior -que era mayor en edad, y se podría decir también en experiencia-, si dicha juventud tuviera algún aporte distinto, sería aún más visible en comparación. Y aunque durante los primeros meses del presidente Noboa, sí se notaron varias diferencias, hoy su joven Gobierno empieza a mostrar ciertos elementos muy parecidos a gobiernos anteriores.

Por ejemplo, cerrarse a escuchar críticas, tanto ciudadanas como de otros políticos, y categorizarlas de simples ataques es un error común en el que han insistido gobernantes anteriores. Así mismo, la falta de empatía con las víctimas de la violencia y las propuestas ante la inseguridad -una consulta popular similar a la del expresidente Lasso y un libro que dice contener el Plan Fénix, pero que nadie conoce ni puede ver-, no representan nada que no hayamos visto antes.

Por otro lado, su solución al déficit fiscal -la respuesta de siempre de incrementar impuestos– tampoco representa nada innovador. Finalmente, mantener funcionarios que por varias ocasiones han demostrado su incapacidad para asumir las funciones delegadas (el ejemplo más notable: la ministra de Ambiente), no representa ningún cambio, sino más de lo mismo.

Generalmente, se asocia a la juventud con mayor innovación, apertura y energía – pero vemos que esto no se está traduciendo en la política de esta administración, lo que va dejando al “nuevo” Ecuador como otro eslogan fallido de Gobierno; para los ecuatorianos: uno más a la lista.