Milica Pandzic
Es muy fácil enlistar los desaciertos de un presidente en espacios como estos. Y si bien, mencionar los errores de un Gobierno forma parte del ejercicio de reflexión sobre lo que sucede en el país, también lo es mencionar los que se pueden considerar como aciertos, especialmente en un contexto tan complejo y convulso como en el que le tocó gobernar al presidente Daniel Noboa.
El primer acierto es sin duda la voluntad política que ha demostrado en las últimas semanas. Por un lado, desde el estado de excepción vemos un nivel de operaciones de las fuerzas del orden contra el crimen organizado que poco se vio en el Gobierno del expresidente Lasso. Otro gran punto de diferencia con el anterior Gobierno ha sido la voluntad política desde el Ejecutivo de mantener una mejor relación con Asamblea Nacional, algo a lo que el Gobierno pasado le cerró las puertas.
Respecto a la consulta popular, haber incluido preguntas mucho más idóneas a las necesidades del país y haber excluido la pregunta sobre los casinos, además de ser aciertos en sí mismos, demuestran un acierto mayor: el de estar dispuesto a rectificar y hacerlo oportunamente, una cualidad valiosa de cara al anterior Gobierno que solo insistió en sus errores.
Finalmente, entender que la lucha contra el crimen organizado es a largo plazo y que se requiere apostar por la juventud y por reconstruir el tejido social, como desde el Gobierno se ha mencionado en varias ocasiones. Si en efecto no se descuida y se fortalece el trabajo preventivo mientras se mantienen las acciones reactivas contra el crimen, es un buen inicio hacia la resolución del problema de forma estructural.
Si bien esta es solo una imagen del momento, y los hechos y las circunstancias pueden cambiar, vale la pena destacar estas acciones y declaraciones del presidente, al ser acertadas y positivas para el país.