Navalny

Mayra Aguirre Robayo

La muerte del más reconocido opositor Alekséi Navalny (47 años) en una remota, inhumana y ártica colonia penal donde cumplía una condena de 19 años por extremismo. Se desconocen las causas de su defunción.  En las audiencias de su juicio se lo veía debilitado y envejecido. Su cuerpo demoró en ser entregado a las manos de su madre y pone en jaque al poder de Vladímir Putin que con la actual elección permanecerá 36 años en el gobierno ruso. Fue muy activo en la política contra el Kremlin por más de 20 años. Se centró en identificar y erradicar la corrupción estatal. Por ejemplo, denunciaba que el “palacio” donde habita Putin sobrepasa el costo de mil millones de dólares. Se valió de su blog y de youtube. Los vídeos populares tienen decenas de millones de visitas. En diciembre de 2011 por fraude no llegó al Parlamento (Duma). Tampoco a la alcaldía en 2013. El statu quo del gobierno no se debilitaba y arengo a las manifestaciones callejeras. En 2018 creó una red regional de sedes del Cuartel General de Navalny que funcionaba en paralelo a su organización anticorrupción que le brindó alcance nacional.

En agosto de 2020 se enfermó en un vuelo. Intervino la expresidenta alemana Ángela Markel y los médicos advirtieron que fue envenenado por un químico Novichok. En su regreso a Moscú, fue detenido y a sus colaboradores les obligaron a huir del país. La prensa y los gobiernos occidentales tenían discordia por el apresamiento de Nalvany. La invasión rusa a Ucrania empequeñeció la persecución a Nalvany. Las protestas masivas se invalidaron con decretos del Kremlin contra los opositores. Queda siempre la duda que, si Nalvany había perdido el miedo como manifestó a su regreso a Moscú, le hubiere salvado la vida y su carisma y liderazgo lo mantenía fuera de su país. Tal vez, significaría para Rusia otro brote democrático más profundo que el que impregnó Mijail Gorbachov (1988-1991). Semejante ansía de poder padecen los mandatarios de Venezuela, Cuba y Nicaragua en Latinoamérica. Aspiramos que Nayib Bukele no se perennice en el gobierno de El Salvador.

[email protected]

@mafaguirre2