Tolerable

Matías Dávila

Matías Dávila

Una de las trampas absurdas de la democracia representativa, que pide a gritos un modelo evolutivo que la mejore, es el callejón sin salida de tener que votar por el menos malo. Esto es una tremenda estupidez. Por eso en este artículo planteo que lo veamos desde el otro lado, desde la orilla de los ‘no negociables’. ¿Cuáles son esas cosas que como ser humano no puedo transar?

Jacque Fresco, en su libro ‘Diseñando el futuro’, plantea el ejercicio imaginario de que a usted que está leyendo esta nota ahora mismo le encargaran la tarea de refundar el mundo. Hablemos del Ecuador para no ir tan lejos. ¿Qué haría? ¿Optaría por incorporar al diseño la religión? Recuerde que usted es responsable de esto, trate de darse el tiempo para contestar —dentro de este supuesto— antes de emitir un juicio de valor. ¿Optaría por crear una casta política como la tenemos hoy? ¿Le daría a un puñado de personas más del 70% de toda la riqueza del país y permitiría que la gran mayoría luche por conseguir un poco del restante 30%? ¿Permitiría que los niños —todos— tengan el derecho a educarse, a tener salud y a tener alimentos sanos todos los días? ¿O reservaría este ‘derecho’ solo para los niños que vivan en una circunscripción territorial específica y que el resto vea cómo se las arregla? ¿Tendría un sistema de seguridad social solidario?, ¿o la posibilidad de tener una vejez digna debería depender de los recursos económicos de cada persona? ¿Democratizaría la mayor cantidad de oportunidades o privilegiaría a un sector de la sociedad para que acceda prioritariamente a situaciones de ventaja por sexo, raza, clase social o afinidad ideológica?

Ok, una vez hecho este ejercicio, usted se ha dado la oportunidad de reflexionar en lo que no tolera y eso es muy importante. No soy quien para decirle por quién votar; esa es una decisión individual. Pero si ninguno de los dos candidatos es de su preferencia, piense en lo que no está dispuesto a negociar y ahí encontrará más luces antes de sufragar. No permita que sea otro el que decida por usted.