¿Medios o enteros?

Matías Dávila

Matías Dávila

¿Por qué votamos por Noboa? Muchos medios de comunicación han aprovechado la amnesia de la población para pasar casi desapercibidos en cuanto a sus ‘análisis’ pre electorales. Pongo el ‘análisis’ entre comillas porque muchos se han convertido tristemente en departamentos de relaciones públicas tanto del presidente Lasso, como del entonces candidato Noboa. Cuando revisamos hacia atrás nos damos cuenta de que nos mintieron. La pregunta es: ¿intención o equivocación?

Este triste papel de invisibilizar las torpezas del Gobierno y de patentizar -hasta el cansancio- los errores de sus rivales, hace que los medios de comunicación vayan perdiendo paulatinamente sus audiencias y lo que es peor, que vayan hipotecando su mayor activo: la credibilidad.

Un medio que solo te habla bien de uno y solo te habla mal de otro, deja de ser un medio de comunicación, en el estricto sentido de la palabra y se convierte en una agencia de publicidad. La sociedad no es tan ingenua como estos señores quieren hacernos creer. Por eso es que los ratings están de bajada. De medios plurales han pasado a ser el micrófono de una tendencia, han hecho evidente el privilegio de sus intereses particulares, frente a lo que públicamente dicen defender.

La repentina aparición y promoción exagerada del nuevo experto político Antonio Ricaurte, es otro síntoma de esta decadencia. ¿De cuándo acá es un experto el señor? La mayoría de nosotros lo recordamos leyendo en cámara un papel de disculpas, tal vez obligado por algún tercero. Lo recordamos siendo concejal de Quito, y políticamente, haciendo exactamente lo que su ‘expertise’ le dice ahora que no hay que hacer. Pero ahí estaba, dando entrevistas y aupando la “cojudez” de Noboa como una poderosa herramienta de marketing electoral. Como se identifica como ‘anticorreísta’, su análisis se vuelve sesgado y simplón: y es que no se puede ser juez y parte señor Ricaurte.

Triste momento el que, como ciudadanos, hemos tenido que presenciar.