Bayly

Matías Dávila

Matías Dávila

Uno no siempre puede coincidir con él, de hecho coincidimos en muy pocas cosas, pero verlo -para mí- es uno de esos gustos encubiertos. Es un tipo frontal y por frontal me refiero a un tipo con absoluto desparpajo. Pero a diferencia del matón de barrio, que encarnan muchos políticos ecuatorianos de poca escuela, Bayly es un plazuela elegante. Escritor, presentador, entrevistador y bisexual abiertamente declarado.

Resulta que vino al Ecuador, según lo narra en su cuenta de TikTok. Habla sobre su experiencia poco grata en su salida del país con una agente de migración. Una persona que, dice él, estuvo ahí para complicarle la vida. Una funcionaria que empezó a hacerle ‘bromas’ con respecto a su posición política. ¿De dónde vino la orden de hacerle pasar un mal rato? Del correísmo, su claro adversario político, o del ministro Henry Cucalón y el mismo Guillermo Lasso, contra quién también se ha lanzado sus perlas. Eso le pasa, dirán algunos, por abrir tantos frentes. Pero para quienes creemos que el Estado debería administrarse eficientemente al margen de la ideología y la conveniencia política, esto no es más que otra vergüenza para el Ecuador. Le invito, ministro Cucalón, a ver los comentarios que tiene este video para entender el flaco favor que su funcionaria nos hizo a todos, no a ustedes como Gobierno saliente (que parece que poco les importa lo que van dejando detrás), sino a nosotros. Porque el turismo es una fuente de ingresos directos para el pueblo; ustedes me imagino que ya tendrán su vida resuelta.

La altísima tasa de criminalidad ya ha mermado significativamente el turismo y la imagen internacional del Ecuador, así vayamos por el mundo homenajeando a raimundo y todo el mundo. No le hagamos más daño abriéndonos frentes con figuras públicas, a las que como pueblo —además— les abrimos los brazos. Repito, Bayly no es santo de mi devoción, pero eso no justifica sus infantiles ‘venganzas’ personales.