¿Para qué sirve la novela?

Martín Riofrío Cordero

 Hoy en día, quizás más que nunca, se debate constantemente sobre la utilidad de la literatura. En un mundo donde los libros cada vez se leen y se venden menos, existen ciertas dudas. Hay quienes dicen que su único fin es el de entretener. Hay también quienes dicen que leer nos hace mejores personas. Sobre lo uno y lo otro, tengo criterios divididos.

 Por un lado, es verdad que la literatura, en especial el género de la novela, se compone de los principios aristotélicos de la narrativa: principio, desarrollo y desenlace. Esto requiere que haya un problema inicial (también llamado conflicto), que requiere de una resolución. Y en esa resolución está su factor lúdico, entretenido. Es más, todas las series, películas, y telenovelas que consumimos para pasar el tiempo, cumplen con estos parámetros. Lo cual indica que sí, en efecto, la literatura sirve para entretener.

Pero la cosa no queda ahí. La literatura, aunque si bien no nos convierte en mejores personas, sí logra en nosotros un cambio. Karl Ove Knausgård, en el inicio de su más reciente libro ‘La importancia de la novela’, nos ilustra con un ejemplo de algo que dijo el poeta Rainer María Rilke a propósito de la música: que podía elevarlo y bajarlo en otro lugar. Esto, dice Karl Ove Knausgård, también se aplica para la literatura. Las buenas novelas tienen el poder de que, una vez entramos en ellas, nada vuelva a ser igual. Una novela, si está bien escrita, es una representación fiel de la naturaleza humana, y por consiguiente, de los problemas universales. Por ende, podemos decir que la literatura no necesariamente nos hace más empáticos o solidarios, pero sí más conscientes del mundo en que vivimos.

Si algo quiero decir es que entre ambas posturas, hay un punto medio. No hay una sola verdad. Cada lector tiene la suya. La mía es que la novela, como la literatura en sí misma, no va a cambiar al mundo. Pero sí lo hace y lo puede hacer un lugar más habitable. No con mejores personas, pero sí con seres humanos más conscientes.