Manuel Castro M.
El pacto, acuerdo, conversación o cualquier denominación, que va a lo mismo, entre el gobierno, el PSC y el correísmo despierta preocupación y sospechas de que hay algo más de fondo, ciertos velados compromisos, que por tácitos y velados por supuesto no son transparentes. La afirmación de que el acuerdo es sólo a nivel legislativo es poco creíble y absurdo, pues hay líneas lógicas de que hay interacción entre Ejecutivo y Legislativo. No son compartimentos estancos; el país es uno solo, aunque cada Función tenga competencias específicas. También cada grupo político tiene sus propias aspiraciones y objetivos, algunos poco legítimos, otros personales, hasta lindando en la ilegalidad o en interpretaciones jurídicas a conveniencia.
Por supuesto que no hay evidencias de que se va a proceder de mala fe, pero luego con alguna maniobra leguleyada se torpedearán las leyes económicas urgentes que envíe el Ejecutivo. Por ejemplo, puede interpretarse que no son urgentes y empezar así a afectar al capital político del gobierno y su credibilidad, o falta de habilidad personal o del entorno. Tal situación es posible y hasta probable; parte de algo que se llama intuición que no se debe confundir con adivinación o falta de certezas. La intuición es un proceso de conocimiento tan real como el conocimiento racional. Se apoya en toda información que recibimos y se manifiesta en forma de impresiones, sensaciones e imágenes. “Piensa, intuye y acertarás”, indica la periodista e historiadora Isabel García Méndez.
Es evidente que el correísmo quiere llegar al poder el 2025, lo que es legítimo, pero para ello primero tiene que desprestigiar o afectar políticamente al presidente Noboa, que aspira a su reelección en el 2025. Tiene el correísmo las comisiones de fiscalización y justicia, para zafarse de la Fiscal General y tener jueces propios para, mediante el recurso de revisión, echar abajo las sentencias penales de Correa y Glas; ha practicado esta clase de maniobras anteriormente. De fondo: el correísmo es enemigo de la democracia; pruebas al canto: sus estrechas relaciones con los dictadores Maduro, Ortega, Díaz-Canel, Putin, quienes aspiran a perennizarse en el poder.
Los socialcristianos no serán afectados, el país sí. El presidente Noboa intuitivamente o revisando la historia y examinando todos los hechos políticos cercanos debe evitar la claudicación y la impunidad que acechan y que en el futuro inmediato le perjudicarían.