En medio de las malas noticias, las restricciones, los confinamientos motivados por la pandemia y el trajín de la vida diaria, el Teatro Sucre fue el escenario de un espectáculo fantástico, muy bien montado y ejecutado, con la calidad que puede verse en los mejores teatros del mundo.
Gracias a la gentileza de Chubb Seguros, en la presentación de su memoria de sostenibilidad y de su Fundación Faces, pudimos disfrutar del preestreno de un espectáculo fascinante, el musical Mamma Mía, una obra de teatro basada en las canciones del famoso grupo sueco ABBA, con un elenco de primera y bajo la dirección de Carlos González, quien ya nos tiene acostumbrados a presentaciones de excelencia.
Habíamos visto la película protagonizada por Meryl Streep y disfrutado de la frescura de las interpretaciones musicales, pero el teatro tiene la vivacidad y la espontaneidad que difícilmente se consiguen a través de la pantalla, lo que nos ha hecho disfrutar enormemente la puesta en escena por parte de González, que ha trabajado meticulosamente la escenografía, los vestuarios, la caracterización.
Cabe resaltar la excelente interpretación de las protagonistas Alexandra Cabanilla y Rosario Pallares, quienes destacan en la escena tanto por su calidad interpretativa como por sus potentes voces que estremecieron al público que copó todos los espacios del maravilloso teatro Sucre.
El acompañamiento orquestal fue excelente y la factura de las piezas fue realmente magistral. Eso habla del cuidado puesto en la obra en su conjunto, que estuvo a la altura del escenario y de las expectativas de quienes concurrimos a la cita cultural.
Los musicales son un género que atrae, que convoca a público de todas las edades, que forma el gusto por acudir al teatro y que renueva el ambiente cultural de las ciudades. ¡Bien por esta iniciativa!