No toda ausencia es invisibilización

Lorena Ballesteros

El título de esta columna corresponde a una frase que leí en un artículo de opinión de Infobae escrito por Claudia Peiró, tras la dura crítica que recibió la película ‘La sociedad de la nieve’. Este filme acaba de ser nominado al Oscar como mejor película internacional. Pero, con o sin nominación, despertó polémica en un grupo de críticos que ven discriminación en ¡absolutamente todo! En esa película en particular, se criticó que no se haya incluido personajes negros, ni gays y que apenas aparecen cinco mujeres. Como diría mi hija de 12 años, ¿es en serio?

‘La sociedad de la nieve’ está inspirada en hechos reales. Recuenta la tragedia que vivieron los jugadores del equipo de rugby uruguayo que viajaban a Chile en 1972. El avión se estrelló en los Andes. Esta es la historia de sus supervivientes y las medidas extremas a las que llegaron para poder vivir. No, no había negros en el avión. No había más mujeres que hombres y, al parecer, tampoco había una persona gay, al menos abiertamente declarada. ¡Era 1972!

No podemos contar la historia cambiando los hechos, ni su contexto. No podemos pensar que todo lo que no está presente corresponde a una invisibilización del otro. Incluso la ausencia de mujeres, de homosexuales o de personas negras en narrativas pasadas, nos sirven para entender cuánto hemos evolucionado como sociedad.

Desde hace un par de décadas Disney ha hecho lo propio para corregir el rol en el que se presentaban a las mujeres en sus películas. Cenicienta, Blancanieves, Aurora… esas princesas que encontraban reconocimiento en el beso del príncipe y que el matrimonio era su “felices para siempre” ya cambió. Hasta ahí, ¡todo bien! Pero, de repente a Disney también se le fue la mano. Por intentar prender el arcoíris en todo lo que hacen se les olvida que hay situaciones en que todo es literalmente: blanco o negro. El intento de agradar a todos está enfrentándonos más.

Imagínense que Rachel Zegler, la actriz que va a interpretar a Blancanieves en la película que se estrena en marzo, mencionó que el personaje original del príncipe era el de un acosador. Sí, porque besó a Blancanieves sin su consentimiento. Vuelvo a decir, ¿es en serio?

Me parece fantástico que les enseñemos a las niñas que pueden ser independientes, valientes y que sus metas no tienen que ser únicamente el matrimonio o la maternidad. Pero, de eso a fomentarles a que vean acosadores en todo hombre que se les acerca, ¡es absurdo!

Por favor, no caigamos en extremos. No cumplamos cuotas. Mostremos la realidad sin prejuicios, pero también con juicio. No dejemos que todo el camino recorrido por el feminismo, por los derechos civiles, por los grupos lgtbiq+ caiga en un sinsentido aupado por viejos rencores.

Mi consejo: si un contenido no te representa, cambia de programa, cierra el libro, deja de seguir a ese influencer, lee otro periódico… pero deja de pensar que toda ausencia es una premeditada invisibilización del otro.