Libro emblemático

Varios países, satisfaciendo necesidades básicas de su ilustración y esencia social, tienen diccionarios de la historia, con datos ineludibles del pasado en función del presente y el porvenir.

La Academia Nacional de Historia del Ecuador, ante la inexistencia de una obra como la indicada y en cumplimiento de sus fines y objetivos, con la participación de cuarenta y cinco de sus miembros, elaboró y publicó este libro que fue presentado en la Sesión Solemne de la centenaria entidad, efectuada, en Quito, el día preciso en que se conmemoró el Bicentenario de la Batalla de Pichincha, el 24 de Mayo.

Con sólidos basamentos, consolida la imagen ecuatoriana, por su amplio y sistematizado contenido, que parte del estudio de un pasado de milenios hasta el presente, en función del devenir, ya que el enfoque se inscribe en la corriente contemporánea de lo que se llama “la historia del futuro”.

 Se trata de una producción que demuestra la importancia de la ciencia histórica, mediante su pedagogía que entraña claridades y sombras, a fin de educar a las presentes y venideras generaciones. En los predios de completa opacidad, donde no aparecen los fulgores de la historia, germinan retroceso, amargura, desunión, desesperanza y desorientaciones hasta la desaparición de los Estados, ya que no hay raíces que sostengan el ser nacional.

El sentido histórico va por el rumbo de la prosperidad, la dignidad y el progreso, la vigencia de la democracia y la libertad. Por ello, desde hace milenios, se considera a la Historia como la maestra de la vida y luz de la memoria, y ello nunca hay que olvidar.

Valores sustantivos se han rescatado con este libro, de más de 700 páginas,   titulado Diccionario de la Historia Nacional y calificado de gran importancia por expertos. Vino a llenar un vacío largamente sentido en nuestro medio.