¿Libertad humana?

Los seres humanos en su corto paso sobre la faz de la Tierra han luchado de modo casi exclusivo por mantenerse vivos y verse obligados a respetar los códigos emocionales inconscientes del cerebro, que no son otros que los de la supervivencia. La libertad no ha tenido atisbos de nacimiento más allá de lo que todo ser vivo lleva dentro obligándole a defenderse y sin dejarse atar, oprimir, ni limitar por la gente del entorno social.

Las sociedades abiertas y democráticas requieren de una lucha constante por el reconocimiento de la dignidad, la igualdad y la justicia, a través de las cuales se pueda alcanzar una nueva y verdadera libertad. Ser libre es no ser intimidado, no tener cadenas ni hacer aquello que cause perjuicio a los demás; es tener conciencia de sí mismo como ser vivo activo y pensante que decide y responde por sus actos. Es tener la capacidad de explicar con sus propias ideas, pensamientos, emociones o procesos inconscientes el haber tomado decisiones con plena libertad para actuar.

La libertad arranca mecanismos cerebrales que obedecen a la voluntad consciente de las personas, son procesos que se ponen en marcha mucho antes de que se tome la decisión de actuar. Cuando se producen determinados actos o hechos que llaman la atención de la sociedad se puede pensar que la libertad humana es una ilusión o una falsa verdad. ¿Se puede pensar que la libertad está relacionada con la responsabilidad? ¿Alguien puede ser responsable de sus decisiones sin que intervenga su propia consciencia? ¿Se puede ser responsable ante los demás de sus propias acciones? La respuesta está en cada uno de nosotros.

Imposible creer que existan personas que no sean conscientes de sus decisiones y su voluntad, cuando luego de una dilatada planificación en el tiempo cometen un atentado terrorista o un brutal ataque a un Estado, terminando con la vida de muchos seres humanos, solo para expandir su ego y obtener ventajas geopolíticas que les hagan “pensar” que pueden dominar el mundo. Este tipo de personas asumen que sus procesos mentales son normales y no causan daño alguno; no tienen la mínima capacidad mental de evaluar las consecuencias de sus actos.