Lasso no debe ser Moreno

Por fin lo logró. La tercera fue la vencida para Guillermo Lasso, nuevo presidente del Ecuador.

Una linda jornada electoral y un lindo final entre dos contendientes que hasta se hablaron y felicitaron después de reconocer los resultados del CNE.

Sin embargo, no hay mucho tiempo para festejar ni para felicitarse, pues el país necesita, desde hace cuatro años, un presidente de la República que trabaje y se preocupe por el país.

Por esto debe dar claras señales de que estos no van a ser cuatro años más de continuismo, pues el país no lo aguantaría. Lasso ha respaldado en más de una ocasión a Moreno y a sus colaboradores. Urge la puesta en marcha del plan de políticas públicas que Lasso prometió adoptar en su gobierno. La gente necesita que por primera vez haya un apoyo del Ejecutivo para aliviar las deudas de los ecuatorianos que hoy están acosados por llamadas telefónicas de bancos.

Necesitamos que, como se prometió, lleguen más instituciones financieras al país a competir y a estimular una política de préstamos y tarjetas más transparentes y honestas con los clientes.

Necesitamos que se reactive la economía y con ella el empleo y los emprendimientos pues esto tampoco logró Moreno. Sobre todo, necesitamos que se nos vacune sin tener que ser ‘VIP’. Necesitamos saber que cuando Moreno se vaya no tendremos otro igualito en su lugar. Necesitamos que se reconozcan los excesos de octubre y necesitamos recobrar la esperanza que nos han quitado.

La Presidencia empieza oficialmente el 24 de mayo, pero el Covid y la pobreza no entienden de fechas ni de política; hay que atacar a ambas con mucha determinación y la receta no puede ser la del continuismo.

Lasso toma en sus manos a un país que hay que refundar, pues lo han hecho retroceder 20 años; para hacerlo, deberá contar con el apoyo de la Asamblea en donde seguramente ya han empezado a buscar aliados y entre ellos Pachakutik, que muy pronto se revelará fundamental para la gobernabilidad del país y que tampoco tolerará otro Moreno.