Las elecciones brasileras

Mayra Aguirre Robayo

El balotaje presidencial del fin de mes es un abanico de dudas y certidumbres. El candidato derechista Jair Messias Bolsonaro (43%) pisa los talones al postulante de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva (48%). El actual mandatario superó los pronósticos. Alcanzó mayoría en el Senado y en el Congreso.

Sus adhesiones favoritas están en sitios sureños cercanos a las Cataratas de Iguazú de las zonas agrícolas de descendientes alemanes que generan un tercio del PIB. Temen la invasión de tierras y pronostican un futuro catastrófico si el PT asume el tercer mandato por la estela desastrosa de Argentina y Venezuela. El fenómeno Bolsonaro se relaciona con el crecimiento económico, el descenso de la inflación y el bono de 110$ para los más pobres. A pesar del mal manejo de la pandemia, la afectación a la Amazonía, a los derechos humanos por su misoginia, racismo, homofobia y las acusaciones de corrupción a su primogénito, el senador Flavio Bolsonaro, por atraco a fondos públicos y lavado de dinero relacionado con una organización criminal.

Lula da Silva sacó de la pobreza a 30 millones de personas apoyado por el alto precio de las materias primas. Su imagen decaída viene de los 580 días de cárcel por el caso Lava Jato (‘El Mecanismo’ Netflix) por lavado de dinero que fue liberado por el Supremo Liberal Tribunal (2021). Jair Messias Bolsonaro está con el multilateralismo, las privatizaciones, el desarrollo de la minería y la agricultura. Lula moderado apela a la inversión estatal, a la equidad cobrando impuestos a los más ricos. El duelo político de los presidenciales tiene alcances mundiales y regionales. Bolsonaro está en el balotaje en medio del ascenso de la fascista Giorgia Meloni de Hermanos de Italia como la primera mujer en dirigir el Consejo de Ministros. Los dos coinciden con las consignas del creador del fascismo europeo Benito Mussolini:  Dios, Patria, Libertad y Familia. Brasil es una potencia estratégica influyente en América Latina. El ganador dotará al Ecuador de una narrativa autoritaria conservadora o del Socialismo del Siglo XXI.

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