Institución única y ejemplar

Hace 92 años el padre Aurelio Espinosa Pólit, sacerdote jesuita, fundó una biblioteca y archivo que ahora lleva su nombre con toda justicia. Gracias a la iniciativa y el esfuerzo de su actual director, el padre Iván Lucero, de la misma orden, se ha convertido en Centro Cultural. Como dice su lema es “El lugar donde habita la memoria”; se entiende la memoria de los ecuatorianos acerca de variadísimos aspectos de su pasado.

Además de custodiar más de cien mil libros de autores nacidos en nuestro país y sobre él, de ellos cerca de ocho mil antiguos impresos en nuestro suelo, atesora también documentos de nuestra historia relativos a los protagonistas de ella, como Rocafuerte, Olmedo, García Moreno, Alfaro… A ello se une el acervo de periódicos más completa del país y una colección de mapas manuscritos e impresos de valor testimonial invaluable. Como si fuera poco, también existe un archivo de fotografías, testimonio visual de nuestro devenir en el tiempo. El investigador tiene a su alcance miles de hojas sueltas, utilísimas para completar estudios sobre diversos asuntos, sobre todo políticos; para el estudioso del arte masivo el Centro tiene cerca de diez mil afiches y postales. A todos esto se unen cassettes, discos en acetato, cintas magnetofónicas, películas…

Pero eso no es todo, el Centro guarda una magnífica colección de obras de arte y de objetos vinculados con personajes de nuestra historia, así como otros de valor general, lo cual constituye un Museo digno de visitar.

En la biblioteca misma sobresalen los fondos especializados, se trata de 17 colecciones que pertenecieron a egregios ecuatorianos, que se enriquecen con objetos que les pertenecieron, entre otros personajes se hallan el propio Aurelio Espinosa Pólit, Julio Tobar Donoso, Carlos de la Torre, José Gabriel Navarro, Homero Viteri, etc.

Gran cantidad del material de investigación ya se halla digitalizado para facilitar su acceso en el mismo local.

Todos los ecuatorianos debemos cuidar de este patrimonio único, sería lamentable que pudiera perderse por nuestra indiferencia.