Hasta que la Historia diga ‘basta’

Alejandro Querejeta Barceló

Se han señalado varias debilidades de la práctica periodística: la adicción a las fuentes oficiales; los altos costos económicos en la producción editorial; el compromiso de los medios con grupos económicos o políticos; la superficialidad e irrelevancia y la trivialidad de una parte importante de sus contenidos y la preferencia por el periodismo del día y de relaciones públicas.

A este conjunto se añaden la creencia de que nuestro papel es solo informativo; la falta de especialización del periodista; el multiempleo y la dependencia de las fuentes y los temores de la prensa en democracia. Lo que se traduce en inconsistentes lineamientos editoriales y en la vulnerabilidad de la ética, así como la pérdida de perspectiva y objetividad en situaciones límites.

Hace años, la Universidad Internacional de la Florida hizo un estudio sobre el estado de la prensa en los países andinos. Se realizaron 461 entrevistas a periodistas, ejecutivos de medios y profesores de 104 organizaciones y 18 facultades comunicación. En Ecuador 59 profesionales, hombres y mujeres, respondieron a la encuesta de 12 páginas.

Las principales inquietudes fueron el deterioro de la independencia de las redacciones, los bajos salarios, la inseguridad, la necesidad de entrenamiento y capacitación, la ausencia de consideración a su labor y de ética. La falta de independencia de la redacción era el problema más grave. Se referían a la injerencia de la administración, los anunciantes, los políticos y los funcionarios de los gobiernos, entre otros.

Sin embargo, una firme y resuelta fidelidad a la ética profesional ha conducido a decenas de periodistas a la muerte. No todo, en el campo de la ética, ha sido deleznable en nuestro continente. Francis Fukuyama señalaba que las sociedades de la información son enemigas del autoritarismo. A más información se corresponden sociedades más democráticas.

Como periodista me limito, cual obstinado Sísifo, a seguir insistiendo en la vieja idea de que la información, profesionalmente realizada y de alta calidad ética, es conocimiento y por el conocimiento se llega a la verdad. Una y otra vez volveré a subir la roca a la montaña, hasta que la Historia diga basta.

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