Objetivos comunes

Franklin Barriga López

Pablo Uribe Ruan, de la Universidad de Oxford, asegura que en América Latina y el Caribe  se intensificaron las diferencias y la imposibilidad de hallar puntos de encuentro.

Este analista se basa en el informe “Conmigo o en mi contra: la intensificación de la polarización”, del PNUD, también en un estudio de los académicos Horacio Larreguy y Ernesto Tiburcio, donde afirman que el asunto se centra en tres variables: la consolidación de las “cámaras de eco” en redes sociales, así como la información sesgada y la acción de las élites divisivas, advirtiendo que hay dos polarizaciones, la ideológica y la afectiva, con posiciones extremas cada una, que aumentan la desconfianza y la distorsión de los hechos. La primera aumenta cuando los valores y preferencia de las sociedades divergen del centro y la segunda -la más difundida-, representa desconfianza o animadversión hacia las personas, emanadas de un grupo competidor.

Se identifica como “cámaras de eco” a las redes sociales y “algunos medios de comunicación netamente partidistas que defienden una sola visión”, ambos –manifiesta Pablo Uribe- en vez de morigerar el discurso alimentan narrativas que dividen la sociedad, evitando el consenso. Estas puntualizaciones posibilitan entender, no justificar, lo que sucede en esta parte del planeta, que requiere con urgencia salir del subdesarrollo.

Las recientes declaraciones de Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, no deben pasar desapercibidas. Dijo que Latinoamérica es complicada, con historias diferentes; con un mayor esfuerzo en el frente político se puede avanzar más.

Recomendaciones acertadas, especialmente para Ecuador, donde políticos y otros líderes, empantanados en sus discordias e intereses personales, no pueden hacer concertaciones, con objetivos comunes de real cumplimiento.a