Milica Pandzic
Frente a los atentados, los asesinatos y las amenazas del crimen organizado, muchos se preguntan por qué la ciudadanía no ha iniciado una causa nacional, respaldando al presidente y a las fuerzas del orden. La respuesta es sencilla: porque las causas necesitan líderes que las motiven y las movilicen, y el presidente Lasso aún no ha demostrado contar con el liderazgo que se requiere para afrontar esta crisis.
Necesitamos un líder que se haga presente y que se haga responsable. Que genere credibilidad y consensos. Que arme equipos confiables, responsables, técnicos y profesionales. Que actúe y se asegure que sus acciones tengan resultados. Y si algo no está funcionando, que rectifique rápidamente, y haga cambios.
La vacunación ha sido la única vez en la que el presidente reflejó ese liderazgo y movilizó una causa nacional. El proceso fue apoyado y los resultados fueron reconocidos ampliamente, incluso por la oposición política. Sin embargo, su inacción posterior ha disminuido su credibilidad, y muchos vemos en su falta de gestión parte de la culpa de la crisis actual.
Es difícil respaldar a un presidente que sigue excusándose en gobiernos pasados, sin tomar las riendas de lo que sucede hoy; que confronta en lugar de buscar consensos sociales; que sigue trabajando con gente inexperta en seguridad como Diego Ordóñez; que se niega depurar las fuerzas del orden cuando la complicidad escondida entre las filas de la Policía y las FF.AA. es la que fortalece el crimen organizado; y que por inercia hace lo mismo esperando resultados distintos.
Pero esto puede cambiar. Usted es el presidente de la Nación, la máxima autoridad de las FF.AA. y de la Policía, y el único que puede darnos respuestas en estos momentos. El respaldo no se pide, se gana con liderazgo, y esta puede ser la última oportunidad de demostrarle al país que es el líder que necesitamos.