El ‘No’ que sorprendió al Gobierno

Milica Pandzic

El ‘No’ que resultó ganador en la consulta popular no nos toma por sorpresa. Las consultas populares propuestas por los gobiernos están íntimamente relacionadas al nivel de aprobación de estos – y de antemano se sabía que la aprobación de este Gobierno era extremadamente baja. A pesar de una campaña con atractivos argumentos sobre la necesidad de la aprobación de la consulta para combatir el crimen organizado, era muy probable que el rechazo a la actual gestión se impusiera en la consulta, y así pasó.

No solo el rechazo se impuso en la consulta, sino también el apoyo al partido de la Revolución Ciudadana, que ganó, entre otras cosas, las alcaldías de las ciudades más pobladas del país: Quito y Guayaquil; y las prefecturas de sus respectivas provincias. Con una derrota por partida doble, se configuró el peor escenario para la administración actual.

Sin embargo, el único que parece haber estado verdaderamente sorprendido es el Gobierno, que evidenció no tener una hoja de ruta clara para enfrentar una eventual derrota. No había plan, tal vez porque estaban muy seguros de su victoria (lo que una vez más recuerda las usuales críticas sobre que se gobierna desde una burbuja). Pero, en todo caso, los resultados y la falta de una respuesta apropiada y contundente del oficialismo frente a ellos han profundizado aún más la crisis de gobernabilidad.

El costo político de la consulta ha sido enorme, y parece que el Gobierno no pudo preverlo. Sus propuestas fueron denegadas por el país. El ‘gran acuerdo nacional’ fue rechazado por todos los partidos políticos. El ‘encuentro’ quedó para el nombre de un caso de corrupción. Los asesores más cercanos al Presidente renuncian uno tras otro. La consulta terminó siendo una mala decisión política que está dejando al Gobierno cada vez más solo.