Esperanza

Eduardo F. Naranjo C.

La sensación de que las cosas mejoran es una percepción psicológica que hace a los humanos luchar y combatir la adversidad y buscar determinados objetivos. Según una encuesta publicada en este diario parece existir mayoritariamente y principalmente en la gente más joven esta actitud, explicable ante la expectativa de un joven gobierno que los identifica.

Sin embargo, dadas las condiciones reales del país el horizonte no es muy alentador; de todos modos debemos creer existe un pequeño rango de probabilidades, si se dan los pasos acertados y las condiciones externas nos son favorables.

 La encuesta sugiere que los más viejos somos escépticos. Obviamente, hemos pasado numerosos gobiernos y promesas y tendemos a ser más cautos en fabricar esperanzas, pero a lo mejor ocurre el milagro.

Ciertamente es necesario que un pueblo tenga en conjunto una actitud de esperanza y ponga fuerza afirmándose en hechos para salir del lodazal en el que estamos inmersos con fuerzas subterráneas del narcotráfico que muestran dominio en cárceles, calles y el sistema de seguridad del Estado. Policía, ejército y justicia contaminadas, lo que avizora no será tarea fácil; sin embargo, es cuando los ciudadanos con conciencia de país debemos aportar en todas las formas al alcance. Un gobierno sustentado en el apoyo popular puede dar pasos sólidos y consolidar la acción de gobierno.

Esto es imprescindible para que esta ‘esperanza’ se convierta en realidad y retorne la convicción de ser un país sano, libre de mafias, y la justicia impere; pero necesitamos  construir sobre verdades, silenciando voces de aberrado odio, intrigas y mentiras para permitir un futuro con esperanza.

No es tarea fácil, más aún, si los grandes, medianos y pequeños medios de comunicación no ponen su parte centrándose en lo objetivo y no torciendo la visión de los creyentes en función de otros intereses; entonces sí aportaremos a consolidar nuestra existencia como país democrático.