Domingo de Gloria, esperanza y grito de paz

Sara Serrano Albuja

Este 2023 cumple 70 años el CINEMASCOPE, que inauguró su pantalla cuadrangular con la famosa película ‘El manto sagrado’ en 1953, proyectada en nuestra capital en los teatros Quito y Cumandá en aquella época.  Hoy, Domingo de Gloria, victoria, paz, perdón y vida eterna, concluye la Semana Mayor. Para Ecuador, esta semana se ha semejado, un poco, al Viacrucis por la violencia que desangra a nuestra Patria. Politiquería aliada al narcotráfico, erráticas acciones, falta de escucha y mediocridad del poder político y económico tienen en zozobra a la ciudadanía que quiere paz y un trabajo digno.

Algunas plegarias de los ciudadanos ya son gritos que claman por la paz en el desierto. En las zonas rurales, los finqueros señalan que casi no existe institucionalidad policial y que aumentan los delitos. ¿Se están combatiendo las causas de este mal o solo se quiere actuar desde la reacción? Que la cura no resulte peor que la enfermedad en el tema de las armas. La paz debería ser garantizada por el Estado y sus instituciones de seguridad que tienen el legítimo monopolio y uso de la fuerza. No reflexionar y actuar por la seguridad ciudadana a calzón quitado, de forma serena estratégica e interdisciplinaria y buscando soluciones integrales y éticas, solo afianzará el caos.

Lo del calzón quitado es importante, como metáfora digo, porque  los fanáticos violentos, apegados a estallidos, codicias y poder, suelen ser irritables, unilaterales y no quieren la paz ni la felicidad del prójimo que tiene el legítimo derecho a la defensa. Amoz Oz, en su libro ‘Contra el Fanatismo’, dice que los fanáticos son sarcásticos pero no tienen un real sentido del humor. Ser autoridad sin ser déspota sanguinario; no armar irresponsablemente a asesinos o a corruptos y más bien fortalecer a las instituciones de seguridad con valores mientras se rehabilita a la población carcelaria, ha mostrado a Bukele como estadista. Poner a ecuatorianos capaces y honestos al mando de ministerios, cátedras y empresas y desmontar leyes y estructuras corruptas delincuenciales con real voluntad de cambio, ayudará a edificará la paz.

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