Demagogos

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Carlos Freile

Me llega de contrabando una propaganda de la candidata títere para la presidencia de la República; tuve la paciencia de verla entera para poder comentarla. Se trata de un ejemplo paradigmático de demagogia. En esos cortos minutos los tres participantes, pero sobre todo el titiritero, muestran las características típicas de todos los demagogos que en el mundo han sido.

En primer lugar la mentira, la adulteración sistemática de la realidad, tanto del pasado como del presente; actitud nacida de la falta de escrúpulos, de la carencia de moral. A ello acompañan el resentimiento, llenan en ambiente de odio con un alto ingrediente de irresponsabilidad: saben que lo prometido es imposible de cumplir y que en el intento utópico de ponerlo en práctica arrasarían con las pocas instituciones que nos quedan, pisotearían la ley, lanzarían al país a un abismo de penurias.

Tienen la desfachatez de pasar lista a los males del país, todos ellos si no provocados por su gobierno sí agravados; pretenden que olvidemos (no en vano los demagogos tratan a los ciudadanos como borregos sin memoria, sin entendimiento y sin voluntad) toda la carga que hoy debemos soportar por sus acciones reñidas con el mínimo intento de buscar el bien común. ¿Bien común para ellos? Peculados, negociados, sobornos, sobreprecios, coimas, pactos entre amiguetes, cuentas bancarias en paraísos fiscales… ¿Para ellos bien común? Ataques continuos contra la libertad de expresión, contaminación permanente de la opinión pública con desprecio inveterado de la verdad.

En su acostumbrada sinvergüencería prometen soluciones sin indicar de dónde van a sacar los fondos para impulsarla, pues saben que la única fuente para esas medidas será el bolsillo del ciudadano, sus ahorros, su patrimonio común, como ya lo hicieron antes. Pero no dicen, por algo son pillos redomados, que sus proyectos llevarán a una mayor pobreza, a un descalabro económico con la consiguiente desdolarización, anhelada por ellos para dominarnos por medio de una moneda ‘propia’ manejada por ellos, con inflación galopante y luego: escasez, racionamiento, represión. Avisados estamos.