Cómo vemos a Guayaquil

Milica Pandzic

Un vídeo de la Conmebol, en ocasión de la final de la Copa Libertadores que se jugará en Guayaquil, desató críticas al punto de que dicho vídeo fue eliminado de sus redes oficiales  y fue reemplazado con otro. ¿Cuál fue la razón principal? El primer vídeo mostraba las partes “no tan atractivas” del Cerro Santa Ana y a sus habitantes en sus actividades diarias.

Efectivamente, uno puede argumentar que no es el mejor vídeo para promocionar Guayaquil. Sin embargo, es un vídeo tremendamente honesto porque gran parte de Guayaquil es y se ve así. Además, las tomas del vídeo no muestran suburbios escondidos o alejados, sino lo que existe en pleno centro de la ciudad, junto a una de las zonas más turísticas y de mayor desarrollo inmobiliario.

Esto genera un debate sobre cómo vemos a Guayaquil. ¿Entendemos la ciudad como  realmente es, como un todo?, ¿entendemos sus dinámicas y sus contrastes sociales?, ¿o simplemente ignoramos lo que no nos gusta y nos encerramos mental y físicamente en las partes donde nos sentimos cómodos?

Porque Guayaquil está lejos de ser una ciudad uniforme. Es en sus contrastes donde encontramos parte de su belleza y es en sus desigualdades dónde encontramos gran parte de sus problemas. Aislarnos de estas realidades no solo no nos permite apreciar a la ciudad en su integralidad; sino que además nos aleja de comprender lo que sucede en ella y lo que necesita para mejorar.

Habernos desentendido por muchísimo tiempo de las comunidades y de las situaciones que están fuera de nuestro contexto inmediato nos está costando caro, con consecuencias reales para todos. Hoy estamos obligados a no ser indiferentes. Empecemos a ver a Guayaquil como realmente es: lo bueno y lo malo, y partamos de esa visión sincera para exigir y construir una ciudad más incluyente, que verdaderamente represente los valores de unidad, progreso y libertad para todos.