Pablo Granja
Tanto la mitología como las leyendas antiguas son mensajes para entender la naturaleza humana en tanto sus debilidades y potencialidades, o dejar mensajes de aliento y heroísmo. Los dioses triunfan o son derrotados y sometidos; o luchan hasta alcanzar la gloria en beneficio de los hombres y de la Tierra. Uno de esos mitos constituye el ave fénix que llegaba a consumirse en las llamas para luego resurgir de las cenizas, con sus lágrimas que poseían efectos sanadores. Es una metáfora que resalta la capacidad de levantarse que tienen las personas luego de haber pasado por una situación de total desconcierto, de un golpe fatal que desborda e inmoviliza, de sobreponerse de la vulnerabilidad en que nos deja la vileza, el disparo a traición, la maldad que trata de hacer el mayor daño posible mirando al calendario para calcular la mejor fecha.
Así fueron los disparos que asesinaron a Fernando Villavicencio: con la mirada puesta en el calendario electoral, apuntando en la sien de la conciencia popular. Los complotados quisieron ocasionar el mayor desconcierto posible entre sus seguidores. Y por eso aún no se despejan las dudas. Hay tantas preguntas que permanecen sin respuesta. Faltaban 10 días para las elecciones….
En medio de ese dolor desolador y traumático, sus más cercanos colaboradores de campaña se juntaron para sobreponerse a la adversidad, y aún sin tiempo para asumir el duelo le entregaron la responsabilidad a Christian Zurita quien anunció que enfrentaría los retos que pretendieron truncar, sacando fuerzas, valor y firmeza de su sufrimiento, sus palabras fueron como lágrimas sanadoras. !Él, como ave fénix continuaría la lucha!
Abrieron otro frente, refugiado en los reglamentos que obligaban a que la sustitución del candidato asesinado sea tramitada por la vía ordinaria, con plazos para impugnaciones incluidos, a pesar de que hubo casos anteriores en los que las sustituciones fueron tramitadas de manera inmediata, lo que dio tiempo a que un partido político actúe como lo que mejor sabe hacer: impugnó la inscripción, basado en un documento falsificado. Trataban de quemar tiempo. Faltaban ocho días para las elecciones.
Mientras transcurrían los plazos encontraron nuevas formas: no les permitieron usar los fondos de campaña porque estando a seis días de las elecciones habían utilizado el 80% de esos fondos. En medio del trajín, el binomio había grabado unos spots presentándole a Christian mientras se mantenía a Andrea González como su binomio: tampoco lo permitieron, como tampoco les permitieron ingresar al salón del debate a dejar una ofrenda floral frente al podio vacío. Finalmente, en rueda de prensa, la presidenta del organismo electoral declaró: “Sí podíamos acelerar los procesos pero quisimos seguir los reglamentos”. Un día les “otorgaron” para hacer campaña electoral. Y obtuvieron el tercer lugar en las elecciones luchando contra todas las adversidades.
Que esta ‘crónica de una miseria’ sirva para destacar el valor, la fuerza de su espíritu, la indeclinable voluntad, la transparencia frente a la turbieza, la entereza frente al odio, que hicieron que Christian y Andrea desplieguen sus alas para sobreponerse ante la vileza, como el ave fénix.
Pablo Granja