Cinismo internacional

Manuel Castro M.

El presidente de Brasil, Lula, ha enviado al Parlamento un proyecto de ley para castigar el neofascismo del siglo XXI. En el proyecto se endurecen las penas por ‘delitos contra el orden democrático’. Lula argumentó “que los autores de los crímenes contra el orden democrático  y sus guardianes deben ser castigados con firmeza”.

Por lógica, al  hacerse Lula el democrático,  se debería castigar ‘con firmeza’ a sus socios Maduro, Ortega, Díaz-Canel, quienes gobiernan Venezuela, Nicaragua y Cuba, sin el menor apego al sistema democrático. En esos países ni por asomo ‘gobierna el pueblo’: no tienen elecciones libres y transparentes, un partido único gobierna, no tiene la división de poderes. En la realidad son dictaduras, que son lo contrario de un orden democrático. Carecen de libertades, de pensamiento y de opinión. La represión cae con dureza a cualquier contradictor. Son en resumidas cuentas gobiernos entre marxistas y populistas, que los acerca más al fascismo que tanto indigna al presidente Lula, que hoy por cuestiones económicas pacta con la derecha, aunque su corazón está en el denominado socialismo del siglo XXI que tiene postrados en la miseria y pobreza a los pueblos donde manda, gobierna y desgobierna, pueblos que buscan desesperados otros lares donde rehacer sus vidas.

Lo que quiere Lula es castigar a Bolsonaro, ponerle fuera de la lid política, pues le teme no por él sino por lo que representa en bien o mal: una oposición con amplio apoyo popular. ¿Sería mucho exigir, en gobernantes totalitarios, pedirles que no envíen leyes con dedicatoria, pues un elemento fundamental de una ley es que sea general, pues la ley es una norma hipotética para aplicarla en el futuro y en casos que se adecuen a ella; y que manda, prohíbe y permite, no para una persona sino para el conglomerado social?

Otro caso de cinismo: Rusia, país invasor de Ucrania en 2022, dio como razón para su ‘acción militar’ el acabar con el nazismo que dizque imperaba en el país vecino (que luchó contra el nazismo en la II Guerra Mundial), cuando simplemente se trataba de apoderarse del mismo, instaurar un gobierno títere de Moscú y realizar el sueño imperial de Rusia. Cínico: “un hombre que sabe el precio de todo y el valor de nada”, o sea una persona que actúa con falsedad o desvergüenzas descaradas.