Está saltando la liebre en el caso de pago de sobornos por el Metro de Quito. Se debe destapar la cacerola con una investigación seria y con voluntad política, en la que no importe quién caiga. Entonces, la ciudad puede levantar su imagen de que los corruptos son pocos y que esto no puede quedar en impunidad.
Concuerdo con las declaraciones de hace unos días del edil Bernardo Abad: la investigación debe recaer en todas las autoridades. A mi criterio debe ser desde que se inició con el proyecto Metro; es decir: exalcaldes, exconcejales, entre otros. En el Quito que queremos, deben volver a primar los valores de respeto, solidaridad, honestidad, de oportunidades para los jóvenes, de seguridad, de que los alcaldes de turno no se arrodillen ante el gobierno en funciones, de amabilidad, entre otros.
Enrique Cobo Bustamante