Asamblea con enfoque de género

Ana Changuín Vélez

En el contexto ecuatoriano, a pesar de contar con sistemas de cuotas y un mandato constitucional para la representación paritaria, persisten vulnerabilidades políticas, culturales y sociales que debilitan el sistema democrático. Compromisos internacionales como la CEDAW y la Plataforma de Acción Mundial de Beijing, destacan la importancia de la representación equitativa de hombres y mujeres en los parlamentos.

Tras obtener el derecho al voto, la participación de las mujeres en los espacios de representación legislativa experimentó un cambio significativo, y hoy en día, el 44% de la Asamblea Nacional del Ecuador está integrada por mujeres. Sin embargo, es crucial reconocer que las mujeres no accedieron a las instituciones al mismo tiempo que los hombres, lo que las ha obligado a desenvolverse en formatos que inicialmente no consideraron cuestiones de género para lograr la anhelada equidad.

Queda claro que la inclusión de las mujeres en estas instancias no solo garantiza una representación numérica, sino que también asegura una diversidad de perspectivas en los procesos decisionales clave. Una observación importante es que, aunque se han aprobado leyes con enfoque de género en la Asamblea Nacional, no se ha establecido una agenda programática integral. Los asambleístas, hombres y mujeres podrían trabajar en una planificación que aborde de manera articulada las desigualdades que obstaculizan la participación plena de las mujeres en la política: integración de Comisiones, Grupos Parlamentarios, representaciones internacionales y, la priorización de trámites de ley son puntos relevantes.

Además, es necesario fortalecer los filtros metodológicos para evaluar el enfoque de género en las iniciativas legislativas. Experiencias internacionales indican que la inclusión de un examen del gasto público y una mesa de igualdad que realice seguimiento a las comisiones especializadas potencian cualquier agenda de equidad.

Finalmente, aunque la Asamblea ya cuenta con lactarios, la falta de un sistema de cuidados, guardería y la ausencia de un protocolo contra cualquier forma de acoso laboral, especialmente de connotación sexual, son omisiones que deben abordarse de inmediato.

En este nuevo período, la Asamblea Nacional del Ecuador tiene la oportunidad de enfrentar los desafíos pendientes y aportar a la participación plena y equitativa de las mujeres en la vida política. El compromiso con la igualdad de género no solo es una obligación internacional, sino también un indicador crucial de la salud democrática de una sociedad que debe buscar la plena inclusión y representación de todos sus ciudadanos.