Caminarán derecho, políticos

Alfonso Espín Mosquera

Las definiciones correctas de política, desgraciadamente, distan del entendimiento que tienen nuestros políticos, para quienes de manera ancestral, ésta ha sido una forma de vida a costilla del pueblo; esto es, aprovecharse de sus cargos para tener prebendas, hacer negociados para lograr fortunas y definitivamente ser serviles a sus líderes, para que les vuelvan a candidatizar y así gozar de vidas ‘exitosas’ y cómodas para ellos y sus generaciones.

Mientras tanto, el pueblo se las juega a diario para sobrevivir. ´Él es el que les da el voto para que gobiernen, legislen, velen por sus intereses, y los politiqueros perversos se mandan a cambiar, les importa un pepino el mandato popular. Eso sí, se visten de marca, gozan de lujos y al final de sus períodos, vuelven otra vez sobre nuevos incautos y, en ocasiones, sobre los mismos electores para pedir el voto a cambio de abrazos, sonrisas, disfraces, camisetas y, en otros casos, por el favor fraudulento de comicios electorales amarrados.

Hoy, gracias a la inoperancia de Lasso, que con vergüenza de renunciar o ser defenestrado, activó la muerte cruzada, han regresado un montón de los mismos a la Asamblea y con ellos sus compinches en calidad de asesores, ayudantes, secretarios; en fin, equipos enteros para orquestar cualquier perversión, pues no hay que olvidar que en la democracia, gobiernan las mayorías y, como no hay escrúpulos en una buena parte de los ellos, juegan como les da la gana, exista o no razón. Bien pueden decir que a las 10h00 de la mañana es de noche y, como la votación es mayoritaria, así es y punto. Cabe preguntarnos quién ha dicho que la mayoría siempre tiene la razón.

Ahora se les va a ver; hoy, que el país está en soletas. En este momento les necesitamos para que dejen sus compromisos partidistas, olviden las ganas de impunidad que tienen varios de sus líderes y se dediquen a legislar y apoyar a este nuevo gobierno, que tendrá que lidiar con problemas sin fin en un año y medio.

Cierto es que muchos de ustedes tienen poca instrucción, otros son pura lengua, la mayor parte ‘picarones’, pero eso se supera cuando hay buena intención, cuando ponen al costado las obediencias ciegas y en ocasiones, los afanes maliciosos de sus propios movimientos políticos, en pos de cálculos que al gran pueblo, que está expectante y necesitado de soluciones, no le favorecen en nada.

Uno de los grandes paradigmas que hay que derribar en el quehacer político nacional, es ese temor a ser distintos. Esto significa el miedo a quedarle mal al ‘patrón’, líder o como quieran llamar a individuos que aun estando fuera del país siguen ordenando, haciendo y deshaciendo, a través de sus asambleístas, a quienes les tienen en posición de peones de sus protervos fines.

La gente no les puso ahí para que como ha sido la costumbre se hagan maquillar, tinturar el pelo y verse ‘futres’. Ustedes están en el recinto legislativo para ser los portavoces de las necesidades ciudadanas, pero no con esos discursillos baratos cargados de hipocresía para que les vean en TV.

Ustedes no pueden faltar a sus quehaceres, tampoco atrasarse, ni jugar a la politiquería, ausentándose cuando hay que decidir cuestiones de fondo para el país.

Mejor caminen derecho, pues sus actos serán una bomba de tiempo. El pueblo ya no soporta engaños y vulgaridades, y en esa desesperación, en cualquier momento, la gente se alzará para enrostrarles su ineficacia y mala fe.