A propósito del Censo 2022

Alfonso Espín Mosquera

Un censo poblacional y de vivienda es un ejercicio que permite cuantificar y determinar las viviendas, los hogares y la población del país. Desde sus resultados, se conocen las características demográficas y socioeconómicas de las personas que residen en la nación y sus condiciones habitacionales.

Las recomendaciones internacionales dicen que un censo debe efectuarse cada diez años y en el caso del censo nacional realizado por el INEC en el 2022, se lo hizo a los doce años por las circunstancias de pandemia que atravesábamos en esos tiempos.

En la actualidad, los resultados de este censo nos indican, por ejemplo, que  la población del Ecuador bordea los 17 millones de habitantes. De la misma forma, la autodefinición étnica, arroja datos interesantes, como las crecientes cantidades porcentuales del 7 al 7.7% en la población indígena y algo parecido en la montubia. También se observan ciertas condiciones, propias del momento y de una cultura posmoderna, que nos dejan advertir una población felina y canina, como mascotas domésticas, en una cantidad de 4 millones de animales.

La información que nos entrega esta herramienta es muy valiosa, pues a partir de la evaluación de las circunstancias en territorio, se pueden realizar las nuevas asignaciones de acuerdo con las necesidades de los diferentes sectores económico sociales, para generar el desarrollo equitativo de la población, así por ejemplo, el combate contra la desnutrición crónica infantil, puede tener mejores y eficientes logros, a partir de una óptima focalización de los sectores sociales en los que se deba actuar prioritariamente.

No se pueden tomar decisiones a ciegas, sino a partir de estos ejercicios, así las políticas públicas deben ser consecuencia de estos resultados; de igual manera, la asignación de presupuestos entre los diferentes sectores poblacionales y aun de la delimitación de las jurisdicciones electorales y la garantía de los derechos de participación de los ciudadanos.

Un censo es un ejercicio técnico, un reconteo matemático, estadístico que, como en este caso se planificó y ejecutó desde el INEC por un comité especializado, bajo los estándares internacionales, aplicados en varios otros países de la región y la observación de organismos  de orden mundial para garantizar su efectividad, seriedad y realidad.

Un censo poblacional no puede ni debe dejar su condición técnica científica para convertirse en un hecho político, a través del cual nefastos sectores politiqueros, pretendan hacer una plataforma que les dé visibilidad, engañando y utilizando a grupos poblacionales con el fin de alcanzar sus oscuros intereses.

Las acciones de ciertos grupos de oposición a todo y todos los que les impidan retornar al poder y buscar impunidad a como dé lugar, son absolutamente irresponsables en un momento caótico por las circunstancias de inseguridad y males socioeconómicos. Es reprochable, sin medidas ni elementos técnicos, sino con acciones astutamente sagaces, echar lodo sobre la planificación y ejecución y por ende contra los índices y estadísticas brindadas por este censo.

Hoy más que nunca todos los ecuatorianos y movimientos políticos de cualquier tendencia, debemos comprender que hay un enemigo letal al que debemos enfrentar: el crimen organizado, y en esa medida nos necesitamos unos a otros con un mínimo de acuerdos en bien del país, por lo que toda acción que no contribuya a una gobernabilidad pacífica y eficiente es una forma inmoral de atentar contra la Patria.