Alcalde y Concejo

Eduardo F. Naranjo C.

Las ciudades soportan una expansión poblacional acelerada y consecuentemente necesidad de mayores servicios que complican su  administración. El nuevo gobierno municipal debe mostrar honestidad y capacidad de acción. Urbes como Quito requieren un plan concreto y gente dispuesta a alcanzar con eficiencia las metas necesarias.

La capital es una mega ciudad dispersa en lomas y valles, topografía que complica la planificación, movilidad y conectividad que son claves, hoy está saturada por miles de vehículos y un sistema público y privado de transporte poco eficiente. Resolver el tema significará un aporte económico en beneficio  citadino y  al medio ambiente reduciendo la contaminación.

Acertado el túnel que hizo Moncayo y el metro que inició Barrera, pero el tiempo y la incapacidad dio largas a estos y otros proyectos complementarios, en parte por intereses políticos,  donde concejales se encargan de bloquear la acción en tanto no favorezca sus intereses clientelares, demostrándose que el fondo del problema administrativo está allí. Si el nuevo alcalde no logra sortearlos, pagaremos todos.

El burgomaestre electo parece tener clara la perspectiva del tema. Ojalá sea así, porque lamentablemente la ciudad cada día es más complicada y riesgosa y requiere acciones urgentes. El alcalde saliente concluyó la larga espera de operación del metro, aunque apresurada, quedando para el nuevo problemas de detalle y de conectividad lateral, donde el grupo de transportistas privados no son fáciles de complacer.

Con nuevo alcalde y Concejo las expectativas están abiertas y los problemas de movilidad, educación , salubridad, actividad comercial y seguridad están en su punto, un desafío importante de atender. Esperemos que la honestidad y el trabajo coordinado y eficiente sean el sello de la nueva administración a fin de hacer de la capital un atractivo para las inversiones y una brillante capital.