Bochorno Ejecutivo

Bochornosa fue la designación del nuevo Superintendente de Bancos, Raúl González, posesionado este fin de semana, por la mayoría ‘correísta socialcristiana’ con el apoyo de la ID, y desconocido ayer por el mismo Ejecutivo que lo incluyó en la terna. Tras un ir y venir de acciones de protección, Raúl González juega con llevarse una de las ‘joyas’ del Estado, en pleno auge del narcotráfico y el lavado de dinero en el país.

En este nuevo drama institucional, el Ejecutivo envió una terna al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs) para la designación del ‘Super’ de Bancos. La terna del Gobierno, cuyos responsables esconden la cabeza, incluyó al menos un miembro que no cumplía con los requisitos normativos para el cargo. Claro conflicto de interés tiene el flamante Superintendente, al haber sido liquidador de instituciones intervenidas por la misma institución que desde hoy podría liderar.

Días después, el Ejecutivo se enteró del error de cálculo y envió una nueva terna. Sin embargo, argumentando que “cumplía con todos los requisitos”, el Cpccs ya había designado al segundo candidato de la terna, González. La pelotita pasó a la Asamblea, que lo posesionó este 11 de agosto.

No hay excusas para la negligencia del Ejecutivo y el servilismo del Consejo de Participación; de la Asamblea, nada sorprende. Al final del domingo, el Ejecutivo invocó a la Norma Suprema para retroceder el proceso y echar abajo el nombramiento.

Y así nomás, la Superintendencia de Bancos está por caer en manos de un alfil de los intereses políticos; lo único nuevo es, quizá, el retorno paciente y paulatino del control socialcristiano en la vida pública, espacio que el correísmo entendió, hace tiempo, que debía compartir para sobrevivir y volver al poder.