Alto riesgo

En el Palacio de la Moncloa, sede la Presidencia del Gobierno de España, el 25 de octubre de 1977, se suscribió un documento de trascendental importancia, que se lo  recuerda como referente para superar severas crisis que agobian a los países.

En tan emblemático lugar hubo la concertación de voluntades en favor de la democracia y el bien común, al demostrar sentido patriótico y deposición de ideologías contrapuestas para alcanzar recomendables objetivos. De esta manera se configuró el escenario al que acudieron figuras históricas de la política, algunas con serias divergencias entre  ellas: Adolfo Suárez (Gobierno), Leopoldo Calvo Sotelo (Unión de Centro Democrático), Felipe González (Partido Socialista Obrero Español), Enrique Tierno Galván (Partido Socialista Popular), Santiago Carrillo (Partido Comunista), entre otras.

Lo que se conoce como los pactos de la Moncloa recomienda efectuar alianzas políticas para fines superiores, sin que existan de por medio intereses personales y –peor– condicionamientos protervos.

He recordado este hecho de positivas proyecciones para España en vista de las declaraciones realizadas por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, en las que se puntualiza que son tres los principales factores que inciden en la reputación de nuestro país (alto riesgo) para que no tenga mayores inversiones extranjeras: la corrupción, la inseguridad jurídica y el bloqueo legislativo.

Estos señalamientos son ciertos, provienen de un amigo y deben ser enfocados hacia soluciones que no deben tardar, partiendo de la conciencia de quienes ejercen la actividad política o la lucha contra el delito, de su responsabilidad frente a los destinos colectivos.

Dada la crisis en diversos aspectos que agobia a Ecuador, se requiere  crear el ambiente propicio que atraiga las inversiones que tanta falta hacen en nuestro medio.