Un sufrido empate nos lleva a Tokio

Un sufrido empate nos lleva a Tokio
Un sufrido empate nos lleva a Tokio

El error de Espinoza se justificcon la maestr de Aguinaga que con un pase mico para el «Nine» Kaviedes logrel empate y el pasaje al mundial de Corea-Jap 2002.
Un santodominguense nos permitidejar de sor y concretar nuestra estad en la prima cita mundialista. Es que minutos antes, la mayor de santodominguenses caminaban con las cabezas bajas por las calles, pensando que el sue del mundial se iba de las manos.
Una lrima se apoderaba del rostro de Martha ante la posible derrota de Ecuador ante Uruguay, vino la magia del eterno Alex que con toque y maestr saca doce millones de ecuatorianos de la amargura y los lleval jilo, de la tristeza a la algarab y en el ambiente llegla frase mica: «Sse puede».
En las calles, en los bares, en la feria, en las discotecas de Santo Domingo se escuchun unono: Eres grande Nine. Y es que el gol de Kaviedes nos lleva un empate sufrido pero con las ganas de vivir una fiesta mundialista.
Es que los timos quince minutos del encuentro mantuvieron a miles de aficionados con la adrenalina al 100 por ciento; los ataques constantes al arco uruguayo decn que si la justicia una goleada en el Olpico Atahualpa.
Cuando el reri mexicano sonel pitazo final, miles de santodominguenses salieron despavoridos a lo largo de la avenida Quito, a lo largo del Redondel de Los Continentes hasta la avenida R Toachi, pasando por la 29 de Mayo para terminar en el Redondel del Indio Colorado.
Todos con un solo grito: «Sse puede…llegar a un Mundial», la fiesta que se preparen varias discotecas y en el Recinto Ferial se pudo celebrar con la grandeza de once hombres que al minuto treinta del segundo tiempo cambiaron la historia.
Es que Alex Aguinaga entra la historia como el hombre que dio el pase para vivir un mundial de fbol. Entre chivas coloridas y camisetas amarillas la madrugada en Santo Domingo llegcon sabor a mundial.
En poblaciones cercanas como El Carmen, La Concordia, Alluriqu, Luz de Amica, Puerto Lim, San Jacinto del B, Las Mercedes, Valle Hermoso, Pedro Vicente Maldonado, Puerto Quito y San Miguel de los Bancos, la emoci de la gente fue indescriptible.
Nadie olvidarque un micoles siete de noviembre del 2001, un muchacho nacido en esta tierra, Iv «El Nine» Kaviedes, tuvo el honor de convertir el gol que le dio al Ecuador el pase, por primera vez, a un mundial.

RECUADRO
Vestidos para la gran fiesta
Santo Domingo no fue la excepci y se vistidel tricolor nacional por ver el partido m esperado para cumplir la ruta de llegar al Mundial Corea-Jap, nuestra primera participaci en un compromiso copero de gran trascendencia internacional.
En chivas multicolores, con el rostro pintado, con mascotas vestidas con el amarillo, azul y rojo o luciendo la camiseta amarilla sbolo de aquella frase, «Sse puede», que ha calado muy profundo en el espitu de los doce millones de ecuatorianos, asse vio el estulo y apoyo de los santodominguenses que se tomaron las calles por la clasificaci a un certamen internacional.
Gloria Andrade, no perditiempo y vistia su hija con la camiseta tricolor para estar pendiente de la gran haza tricolor, ascomo Miguel Medina que se pintsu rostro con los colores patrios para hacer barra a los once guerreros ecuatorianos que intentaron doblegar a la garra charr.
Ahora, el pa de los ojos rasgados estcerca del espitu tricolor, donde el cdor insigne de la patria ya vuela por los cielos de Corea y Jap, dos estados que ver el fbol colorido de nuestra selecci.
Un grito de jilo, petardos en los cielos, la sirena de los bomberos, el claxon de los autos y miles de aplausos en el ambiente fueron suficientes para dejar de sor y despertarnos en la gloria de estar en Jap-Corea 2001.