Inmersos como estamos en las situaciones que son de dominio público: pandemia, fútbol, conciertos, fiestas capitalinas, decembrinas y de fin de año, no nos estamos percatando de las barbaridades de nuestra política corrupta y sus vericuetos, ni de los entuertos de la famosa consulta popular cuyas preguntas y contenidos desconocemos casi por completo, contenidos que, seguramente, fueron “inteligenciados” y concebidos entre “gallos y medianoche” de acuerdo a sus conveniencias. A estas alturas, el pueblo ya debería estar muy bien informado al respecto, para decidir y consignar su voto en forma consciente y razonada.
Vemos, pacientemente, como los corruptos salen en libertad sin ningún sustento que justifique su inocencia; la justicia parece estar parcializada; la delincuencia, los asaltos , homicidios, sicariatos, masacres carcelarias y los desfalcos al erario nacional son “el pan de cada día”; la muerte nos acecha cada minuto pero, increíblemente, prevalecen los “derechos humanos” de los victimarios. No tenemos seguridad de ninguna clase ni en ninguna parte, estamos completamente desamparados . Y, como si esto fuera poco, el tráfico en las calles se está volviendo cada vez más caótico e insoportable. En fin, son tantas y tantas cosas preocupantes que nos afectan, mientras nosotros, lamentablemente, permanecemos adormilados y embebidos en otros asuntos irrelevantes, que no aportan en nada en pro de nuestra querida Patria.
Fabiola Carrera Alemán