Corría el 1989, cuando el pícaro Fidel Castro vio que se terminaba su lucrativo negocio llamado Cuba y salió desesperado a buscar como salvarlo. Se había terminado la guerra fría, la URSS y derribado el Muro de Berlín, quedándose sin petróleo. Llegó al Brasil, encontrando a un buen hombre llamado Lula da Silva, jefe del Partido de los Trabajadores al que convenció de conformar un partido político de izquierda que librara al mundo de las derechas, neoliberalismo e imperialismo. En 1990 le da nombre: ‘Foro de Sao Paulo’ y logra la adhesión de 123 Partidos Miembros en 27 países con 3 secretarías en Uruguay, Colombia y El Salvador. En 1994, con histórico abrazo, Fidel conquista a un psicópata golpista venezolano llamado Hugo Chávez que diría de Fidel: “Es un padre, compañero y maestro de estrategia perfecta”.
Como prueba de su ‘amor’, Chávez le regalaría 100.000 barriles diarios de petróleo y Fidel le pagaría con asistencia médica, educativa y deportiva, amén de un comentado asesinato cuando vio peligrar su liderazgo. Entre 1989 y 2000, el Foro inventó el Mercosur, ALBA, UNASUR y CELAC, de triste recordación. En 2017, en Nicaragua, el Foro presentó un nuevo documento llamado ‘Valores y Principios’, cuyo artículo 7 dice: “El Foro de Sao Paulo cultivará la ética, honradez, ejercicio transparente del gobierno, real administración de los bienes públicos y -léase bien- lucha sin tregua a la corrupción”(¿).
En 2003, Lula fue el tercer presidente del Foro y entregó el Brasil a Cuba. Desde allí alentó las dictaduras de Correa, Morales, Ortega, Fernández-Kirchner en Argentina y López Obrador en México. Lula, como testaferro de Castro, es el responsable de la corrupción más grande de la historia de las Américas. Muertos, Castro en 2016 y Chávez en 2013, Lula sobrevive y es el jefe del crimen organizado y creador del Socialismo Siglo XXI con la expansión de la dictadura de Cuba, violación de DD.HH., terrorismo de Estado, presos, exiliados y Narco-Estados con ayuda de grupos terroristas como las FARC. Sus expresiones: “Fidel es la persona más leal que he conocido”; “Conocí a Fidel en 1980 y cuando murió perdí a mi hermano mayor”, lo delatan.
Con este historial de fechorías y asalto a la democracia, Lula, el testaferro, es el nuevo presidente de la mayor economía de América. Los ‘cariocas’ no saben lo que les espera.
Carlos Mosquera Benalcázar