Homenaje a las madres

¡Oh Señor,  cuán bendito es el amor de madre, mil veces infinito, mil veces inefable! ¡Qué amor tan sempiterno, tan incondicional, es el amor materno, pues no tiene final!

¡Cuánto deben sufrir los seres que, sin madre, crecieron sin sentir amor tan admirable; porque aunque ella esté muerta  sabe vuestra aflicción y, con su mano yerta, nos da su bendición!

¡Oh, Dios, en este punto te voy a sugerir, que a las madres del mundo no las dejes morir!

Dios misericordioso, tu que irradias bondad, haz que este ser grandioso… ¡Viva una eternidad!

Fabiola Carrera Alemán