Adiós, querido Caracol

El tradicional Caracol Azul, prestigioso restaurante ubicado en el corazón de Guayaquil, cerró sus puertas. Era uno de los puntos gastronómicos más emblemáticos de la ciudad y su mística iba mucho más allá de la excelencia de su carta internacional.

Muriel Beaven, propietaria del restaurante, siempre será recordada recibiendo a sus leales comensales con hospitalidad y calidez inigualables. Gran conversadora y dominando varios idiomas, charlaba por largo rato con cada uno de sus visitantes. Cuando llegaba a la mesa, la experiencia siempre se iluminaba con sus grandes ojos azules y su implacable y dulce carisma.

Actores, cantantes, políticos e inclusive reyes visitaron este restaurante que una vez fue el más famoso punto gastronómico internacional de la ciudad; pidieron siempre regresar a saludar a la entrañable Muriel.

Murielita y el equipo de trabajo que la acompañó fielmente por décadas será siempre gratamente recordada y admirada. Gracias por todo lo que entregó a Guayaquil, por casi cinco décadas, y ojalá que sea solo un hasta luego.

Paula Pettinelli