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Estuardo Figueroa este año cumple 27 años de trayectoria artística.
Estuardo Figueroa este año cumple 27 años de trayectoria artística.

Estuardo Figueroa C., entre letras y pinceles

La vida de Estuardo Figueroa C. está marcada de anécdotas que han forzado el rumbo de su trajinar artístico. Ante la escasez de alumnos y el posible cierre de la Escuela de Artes de la Universidad Técnica Particular de Loja lideró un movimiento, junto a Fabián Figueroa y Salvador Villa, a fin de incentivar el estudio de esta carrera.

Para ese entonces, como él mismo lo señala, la profesión no era digna; las que “sí valían la pena eran Arquitectura, Ingeniería, Medicina, Economía…”, accionar que marcó la supervivencia de la actual Facultad de Artes así como el destino de los tres personajes quienes desde el inicio de su carrera realizaron exposiciones locales y nacionales.

El peor le abrió puertas

El maestro de los pinceles y espátula recuerda, con mucho agrado, la venta del cuadro ‘El monstruo de la opresión’, óleo que fue acomodado, a última hora, con los sobrantes de pintura de retratos terminados, pero que incluyó en la exposición a realizarse en Quito, ya que debía cumplir con el número acordado.

Ya en el evento de apertura, un personaje hasta ese entonces desconocido, se interesó por el cuadro. La situación incomodó a Figueroa, hasta lo tomó como burla a su arte: “Cómo le podía gustar justamente el cuadro más feo según su criterio…”. Ante la insistencia del comprador y por librarse del señor, le dio un precio elevadísimo según él, para que no persista más. Sin embargo, el interesado giró el cheque por el valor acordado, que equivalía a dos años de sueldo, todo acumulado. No pasaba del asombro.

Meses después, el dinero le sirvió para que su talento sea conocido en Venezuela, Bolivia, Cali y Perú. Ya que se puedo pagar, sin mayor dificultad, el transporte aéreo y la estadía en estos lugares.

El periplo consolidó su carrera como artista plástico, caracterizado por sus trazos abstractos. Carlos Villacís Endara, miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte, comenta: “La desfiguración de seres y de cosas le permiten a Estuardo Figueroa Castillo realizar un juego expresivo de fuertes contrastes, que desde el fondo totémico y ancestral de los orígenes, con oscuras fisuras en el tiempo, se reflejan en mundos futurísticos, cuya mecanización la representa y concatena con símbolos abstractos y con procesos deshumanizantes”.

Muerte de su padre desaceleró su arte

Otra de las situaciones que han marcado la asistencia de este gran pintor lojano son los murales de la Torre de San Sebastián (símbolo de la Independencia de Loja). En 1989 concluyó la obra, año en el cual, también, fue condecorado por el Ayuntamiento local, con la designación ‘Eduardo Kingman al mérito artístico’.
Sus amigos lo felicitaban por la designación y labor desempeñada, empero su alma deambulaba por un camino desconocido e incierto.

La circunstancia provocó que los pinceles, lienzos, pinturas y caballetes fueran arrinconados. No deseaba saber nada del arte. La única manera de desahogar sus penas fue a través de la poesía. ‘A tu partida’ resume la impotencia y dolor que Vicente Figueroa, su progenitor, dejó como huella perenne:

A tu partida
la penumbra se enraizó
A la mitad del día
el diamante perdió
su transparencia.
El sol con bufanda
se asoma tiritando
la cristalina fuente de agua
tiene sapos en la boca
a tu partida
el animal que llevo dentro
está escarbándome los ojos
las luciérnagas se niegan
a alumbrarme
el lienzo se muere de viejo
en espera de una pincelada
a tu partida.

Para Figueroa la poesía y la pintura van de la mano, ya que las dos son un complemento.

De contextura gruesa y aspecto tosco, por su espesa barba, provoca cierta resistencia para tratarlo, sin embargo, luego de conocerlo sus amigos aseguran que es una persona muy noble y confiable. Su colega de labores en el Centro Universitario de Difusión Cultural, CUDIC, Reinaldo Soto, bailarín profesional, comenta con asombro la tranquilidad con la cual asume los avatares de la vida “uno como promotor cultural llega entusiasta por algún proyecto y él lo toma con una tranquilidad única”. Que muchas de las veces desespera.

Al respecto comenta que no siempre es así y que una de las formas de desahogarse es a través de los libros en donde sus personajes son mal hablados, pero aclara, riendo, que él no es mal hablado…

Esculturas en Loja

Bustos del maestro Edgar Palacios, monseñor Ángel Rogelio Loaiza, profesor Marcos Ochoa Muñoz y padre Lautaro Loaiza.

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