¡Nos están robando!

Pero eso ya lo sabíamos. Quería escribir sobre algo emotivo pero no puedo, estoy indignada. Amigo es el nombre del partido político al que pertenece uno de los binomios que se disputa la candidatura presidencial para las elecciones de este año.

Deben saber ya, que los del CNE se jalaron cuadras y en vez de inscribir al binomio Freile-Solis con el logo del partido que correspondía, imprimieron 6 millones de papeletas con un logo equivocado que, para rematar, es el logo que pertenecía a Daniel Mendoza, que hoy es procesado por el reparto de hospitales durante la pandemia.

¿Se imaginan si esto pasaba en una empresa privada que se dedica a la publicidad? Probablemente no solo despedían al diseñador, al encargado de impresión y a su jefe directo por no fijarse en este “detallito”, sino que les cobraban hasta el último centavo. Y es que como no es plata del funcionario, sino que son los escasos recursos del pueblo, poco o nada les importa.

Lo que verdaderamente aterra, es la cantidad de casos como estos que ni se las huele Contraloría.  Duele decir que con el historial político y de funcionarios públicos que tenemos, todos están acostumbrados a barrer la basura y esconderla bajo la alfombra para que todo luzca limpio y que nadie se percate de los errores o chanchullos que son el pan de cada día y que nos cuestan millones.

Claro está que más allá de ser un atentado de recursos al haberse bajado miles de árboles y gastar indiscriminadamente en papelería y tinta; acaban de demostrarnos que sus cargos están siendo ocupados por calientapuestos que terminan convirtiéndose en corruptos. Amigos, la corrupción no es solo coimar y beneficiarse del cargo, sino cobrar por un trabajo de servicio y no estar capacitados para el puesto; es decir, hacer cosas como estas.