Hagámonos cargo

El sociólogo alemán Max Webber desarrolló el concepto de Estado sobre la base del monopolio del uso de la fuerza, marcando así la concepción política a lo largo del siglo XX. Es el Estado el único facultado a aplicar violencia como medida extrema para controlar el orden público, o es a su vez el que puede delegar en otros actores, bajo un criterio de legitimidad racional, por ejemplo, la seguridad privada que actúa con una delegación del Estado para proveer seguridad.

El nuevo estallido de violencia en las cárceles del país esta semana, nos conduce necesariamente a esta reflexión. ¿Quién administra la violencia en el Ecuador? Los hechos suscitados evidencian una sociedad rota, que tiene por un lado a sus privados de libertad sometidos a un encierro infernal dónde sus derechos fundamentales se vulnerar todo el tiempo, no hay rehabilitación social y sobre todo, la violencia la administran los más perversos y lo más inhumanos que no son el Estado. La inmensa mayoría de ellos está ahí por delitos cometidos, pero una gran parte está ahí por la inoperancia del sistema de justicia. Todos ellos son nuestra responsabilidad, inclusive quienes han cometido errores y deben pagar por ello.

Por otro lado, estamos el resto de la sociedad, que vivimos en libertad, pero sometidos al miedo, a la indignación y al dolor de este contexto. Esta vez, también fue víctima una integrante de la policía nacional, agredida sexualmente por uno de los reos.

El dantesco escenario nos lleva a pensar en el rol del Estado. Uno de los principales expositores del contractualismo, Thomas Hobbes (1660), planteó como razón fundamental: brindar seguridad. Los individuos nos agrupamos en sociedades y cedemos nuestra libertad absoluta a favor de un ente superior, una ficción jurídica que denominamos Estado. Esta organización política nos debe garantizar la seguridad que necesitamos para vivir en paz. Una ecuación que no se cumple en el Ecuador y ya es hora de hacernos cargo.