Ese ‘régimen especial’

Hubo etiquetas engañosas para ocultar la corrupción. Tal vez la más engañosa fue el “régimen especial” que aparece en la gestión del Servicio Nacional de Contratación Pública. Un mecanismo de elección del régimen correísta que, en los últimos cinco años, propició un trato preferencial a un número determinado de empresas de unos 18 mil millones de dólares.

“Alrededor del 50% de los recursos que estaban destinados a la contratación pública, se utilizaron en este régimen especial”, dijo hace unos días a los medios de comunicación la Directora de la entidad. “El régimen especial fue creado con un propósito definido: que se hagan ciertas compras públicas de manera más eficiente y directa cuando el caso lo ameritaba”, precisó la funcionaria.

Los “méritos” los obtuvieron ciertas empresas de manera recurrente. En las frecuentes “declaratorias de emergencia” del gobierno de Rafael Correa, el “régimen especial” fue el camino idealmente diseñado para hacer los contratos de conveniencia. Un eufemismo para canalizar recursos hacia ciertas empresas privadas que, es de suponer, “mojaban” las manos de quienes les abrían las puertas. Una modalidad de corrupción que exige un examen de los organismos de control del Estado.

La podredumbre moral no estuvo solo del lado de las autoridades del pasado gobierno. Lenín Moreno y su gobierno, dicho sea de paso, ha prohibido terminantemente el uso del “régimen especial”. Toca ahora al poder legislativo poner las barreras legales necesarias para restringir su uso y abuso, y autorizarlo cuando, en verdad, haya emergencias visibles y palpables en el país.


Carácter es la facultad que tiene cada uno de vivir como le agrade”. Aristóteles Filósofo griego (384-322)

Deja de lado todos esos recuerdos. ¡Estamos en medio de la vida!”. Nathaniel Hawthorne Novelista estadounidense (1804-1864)