Inseguros

Juasn Sebastián Vargas

Ambato se ha caracterizado por ser una de las ciudades más seguras no solo del Ecuador sino de Latinoamérica, de hecho, según un estudio realizado por el Instituto Igarapé en el 2016, Ambato se encontraba en el 3er lugar luego de las chilenas La Serena y Rancagua, con una tasa de homicidio de 1,7 por cada 100 mil habitantes, como ejemplo y para colocar en contexto una de las ciudades más peligrosas, San Salvador llegó a tener 188 por cada 100 mil.

Este índice de seguridad de hace 2 años nos hacía sentir orgullosos, caminar por cualquier lugar era relativamente tranquilo o parar en un semáforo con la ventana del vehículo abajo no era un problema, sin embargo, hoy nos vemos afectados y alarmados por hechos que se han suscitado en los últimos meses, el asesinato a sangre fría y despiadado de un taxista nos ha dejado perplejos, al igual que la impavidez y apatía de los transeúntes que lo filmaron, totalmente inconcebible e inaudito, solo refleja una sociedad individualista y desconsiderada con el prójimo.

A parte de este lamentable hecho hay que considerar que nuevamente han regresado los ladrones de domicilios en algunos barrios de la ciudad, actúan estratégicamente, son mujeres y hombres, trabajan en equipo, vigilan las casas desde temprano se demoran horas o días hasta encontrar el momento exacto, al parecer son extranjeros en su mayoría, de la misma manera en parques y calles se han incrementado robos a transeúntes.

Estos sucesos no son nada más que el efecto de un drama social, si bien debemos ser empáticos con la tragedia venezolana como manifesté en un artículo anterior, debemos aceptar que no únicamente ingresan al Ecuador los buenos ciudadanos sino aquellos que vienen a delinquir, lamentablemente nuestras leyes son blandas y las políticas permisibles de “puertas abiertas” que se implementaron en el anterior gobierno permitieron que no se establezca un ordenado y adecuado manejo migratorio.

El problema aún está empezando, si no reaccionamos como ciudadanos y exigimos seguridad y acciones concretas es probable que se les vaya de las manos a las autoridades, debemos luchar por que nuestra ciudad mantenga los altos niveles de seguridad como tradicionalmente hemos tenido.