Quito celebra su 39 aniversario de la nominación como Patrimonio Cultural de la Humanidad otorgado por la Unesco.
Un dia como hoy, hace 39 años, la ciudad de Quito –junto a la de Cracovia (Polonia)- fue declarada Primer Patrimonio Cultural de la Humanidad, en reconocimiento al valor de su Centro Histórico, considerado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), como el más grande y mejor conservado de América Latina.
Luego de la importante distinción llegaron los esfuerzos, tanto de la iniciativa privada como pública, por conservarlo y mejorarlo. Para esta difícil misión el Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) dedica anualmente una cifra que ronda los $30 millones, tanto para Quito, como para las 33 núcleos parroquiales del Distrito. “Lo más costoso son los edificios, mantener sus estructuras, las fachadas, pero claro también se restauran pinturas, esculturas, grabados, se cuidan las veredas, plazas, es una labor muy amplia”, refiere Angélica Arias, directora del IMP.
Un punto importante que destaca Arias es que el 90% del patrimonio del Casco Colonial está en manos privadas, por lo que la concienciación de estas personas sobre el valor incalculable de inmuebles es fundamental. Desde el Municipio se lanzan campañas de financiamiento para edificios patrimoniales. “Los mayores daños del patrimonio son el abandono o la falta de uso, por eso desarrollamos políticas para volver a habitar el centro de Quito, ya que tenemos una tasa de abandono del 2,5% anual. “, añade Arias.
Para el futuro la directora del IMP considera que se debe mejorar la calidad ambiental del Centro Histórico, mejorar sus infraestructuras y volver a habitar uno de los espacios urbanísticos más mágicos de América. A continuación revisamos algunos lugares menos conocidos, pero de gran belleza e importancia patrimonial. (MAP)
Semana del patrimonio
Actividades para hoy
Feria de buenas prácticas de gestión cultural a partir de las 10:00
Firma de convenio de colaboración en gestión cultural con Ambato y el Cañar
Fiesta en el Teatro Capitol con presencia de ballet Jacchigua, teatro y música. A partir de las 19:30
Joyas escondidas patrimonio de Quito
Maravilla mudéjar en la Sala Capitular
La sala Capitular del Convento de San Agustín es el lugar donde el 16 de agosto de 1809 se firmaron las actas de independencia de Ecuador, de allí su importancia. Es una habitación de 22 metros de largo y 7 de ancho. En sus inicios sirvió como Aula Magna de la Universidad de San Fulgencio, la primera de Ecuador. La sillería, hecha de cedro negro con ornamentación barroca es una maravilla. Pero lo mejor de todo se encuentra en el techo: un maravilloso techo de estilo mudéjar (árabe) con decoraciones florales y un total de 48 lienzos del siglo XVIII.
La recoleta de San Diego
Debido a su ubicación (un tanto alejada del centro histórico) esta pequeña joya pasa desapercibida para muchos. El convento de San Diego es una recoleta franciscana de 1603. Nada más atravesar sus muros se produce un verdadero viaje en el tiempo, con sus pequeños patios porticados y su silencio conventual; resulta imposible no empaparse de esa atmósfera de antaño. Su interior acoge un pequeño museo con obras de la Escuela Quiteña. También hay que destacar el ornamentado púlpito barroco del siglo XVIII. Todavía se mantiene la pequeña ventana por donde cada noche se escapaba el Padre Almeida.
El barrio de los artistas y bohemios
Su ubicación entre dos quebradas le dieron siempre su naturaleza escondida. A pesar de estar a unas pocas cuadras de la Plaza de la Independencia, es un lugar muy tranquilo y poco transitado, como si fuera la calle principal de un adormecido pueblo de la sierra. La Junín,su calle principal, alberga un sinfín de propuestas culturales; varios museos (el de acuarela, de arquitectura y el de tabaco), también hoteles boutique e incluso un lugar de peregrinación gastronómica, La Octava del Corpus, una loa al barroco ecuatoriano. Más allá de todas estas lindezas pasear por su cuidada calle rebosante de flores e historia es un alimento para la vista y el alma.
El nacimiento del Carmen Bajo
El convento del Carmen Bajo, ubicado en las calles Venezuela y Olmedo, se gestó luego de la destrucción del Carmen Bajo de Latacunga, en 1698. Desde entonces ha estado habitado por hermanas de la orden las carmelitas descalzas de manera ininterrumpida, en una vida contemplativa y de oración. En su interior destacan varias esculturas y pinturas de la madre Magadalena Dávalos hermana artista del siglo XVII, y su famoso pesebre barroco del siglo XVIII, que consta más de 500 piezas de gran valor. Lamentablemente solo se puede visitar durante las navidades.